Aunque Halloween es una celebración anglosajona, cada vez son más los países del mundo que se suman a la celebración, entre ellos España. Niños, adolescentes y algún que otro adulto esperan esta gran noche, cargada de sustos, con entusiasmo.
Cada año, llega el 31 de octubre y la gastronomía se transforma con la temática por excelencia de la fecha. Esta celebración es la excusa perfecta para meterse en la cocina con los más pequeños de la casa y dejar volar la imaginación en busca de platos aterradores. Las redes sociales se llenan de propuestas innovadoras de chefs profesionales y amateurs con recetas para todos los gustos. ¡Os dejamos alguna que otra sugerencia!
Es un clásico, y una de las recetas de postres para Halloween más sencillas de preparar. Solo necesitamos harina (200 g), aceite de oliva (65 g), azúcar vainillada (100 g, o la misma cantidad de azúcar y unas gotas de esencia de vainilla), 1 huevo, mermelada de fresa o frambuesa y almendras enteras (que representarán la uña de los dedos de bruja).
Mezclamos todos los ingredientes (excepto las almendras) hasta formar una pasta, que moldearemos con forma de dedos y haremos unos pequeños cortes para simular los pliegues de la piel. Se hornean durante 15 minutos a 180 – 200ºC y, una vez fuera del horno, colocamos las almendras en el extremo exterior. Servimos con mermelada.
Otro clásico muy fácil de hacer. Solo necesitamos chocolate, 2 masas de hojaldre, 2 huevos, harina de almendras, mantequilla y azúcar. Se mezcla el chocolate con la mantequilla el huevo la harina y el azúcar. Se desenrolla la masa sobre el mismo papel que envuelve la masa sobre la bandeja del horno. Se pincha la masa y se extiende la mezcla del chocolate sin llegar a los bordes. Se desenrolla encima la otra masa y se cortan los ojos y la boca de la calabaza. ¡Cuánto más terrorífico, mejor! Se pincela con huevo y se me al horno 15 minutos.
Otra receta con alto espíritu Halloween. En esta ocasión necesitamos hojaldre, salchichas, huevo, queso, aceitunas negras y algo de maña. Envolvemos las salchichas con tiras del hojaldre, masa de pizza o pan y barnizamos con huevo. Horneamos durante 13-15 minutos a 200ºC. Sacamos y cortamos el queso y aceitunas en trozos para hacer los ojos en las salchichas.
Fáciles de hacer, blanditos por dentro y crujientes por fuera, pero muy aterradores e irresistibles. Necesitamos huevos, pero solo usaremos las claras, azúcar y colorante. Montamos el merengue hasta que esté firme y brillante. Lo colocamos en una manga pastelera con boquilla redonda y lisa para formar los fantasmas sobre papel de horno. Se hornean a 90º durante media hora. Se dejan enfriar y cuando estén listos se dibujan los ojos y la boca con el colorante.
El clásico entre los clásicos de la gastronomía italiana también se puede transformar en aterradora. Una masa de pizza, tomate, queso, aceitunas negras sin hueso y orégano con los ingredientes necesarios. Estiramos la masa sobre papel del horno en la bandeja, repartimos el tomate de forma homogénea, espolvoreamos el orégano y horneamos unos 5 minutos. Mientras, cortamos el queso en forma de fantasma y las aceitunas en forma de araña. Esparcimos con cariño por encima de la pizza y volvemos al horno.
El brownie es perfecto para cualquier ocasión, su textura permite jugar con él para recrear la tumba perfecta. Necesitamos chocolate negro, mantequilla, azúcar, huevos, harina y galletas rectangulares. Forramos el molde con mantequilla para dejarlo listo para el horno. Fundimos la mantequilla y el chocolate, añadimos los huevos con el azúcar y mezclamos bien antes de añadir la harina tamizada. Añadimos al molde y metemos al horno 30-35 minutos. El brownie quedará crujiente por fuera y tierno por dentro. Se deja enfriar antes de desmigarlo y meterlo en vasitos. Fundimos un poco más de chocolate para poner “RIP” en la galleta y ponemos en el vaso.