El enoturismo o turismo del vino está muy localizado en zonas de producción vinícola y está fuertemente vinculado a las experiencias gastronómicas, culturales y de turismo rural, donde formar parte de la viña de la tierra y dejar volar nuestros cinco sentidos, todo ello alejado de la gran ciudad y del estresante día a día. Además, está muy ligado a los meses de otoño, porque es la estación perfecta para conocer los viñedos españoles, que no son pocos.
Preparar una escapada con el objetivo de conocer una bodega no es tarea fácil, es necesario tener las cosas claras y no dejarse llevar por las primeras impresiones. ¿Sabes cómo preparar la escapada de enoturismo perfecta? ¡Te ayudamos!
El enoturismo es para vivirlo con tranquilidad, sin prisas, para disfrutar el máximo de cada momento y descansar también la mente. Las bodegas y los viñedos irradian dicha tranquilidad, una manera perfecta de acabar con el estrés del día a día.
Internet es la fuente de información más completa a la que tenemos acceso de manera muy directa. Nada mejor que navegar por las webs de las principales bodegas para descubrir qué tienen cada una de ellas que ofrecer al enoturista. Las páginas web de asociaciones y organismos con información sobre enoturismo también con una fuente más que fiable para planificar el viaje.
Nada más fácil que el teléfono o la web para reservar. Con tiempo es posible tener acceso a descuentos o paquetes turísticos para evitarnos contratiempos.
El vino es un gran desconocido, la mejor forma de descubrirlo es de mano de un profesional. Las mejores bodegas cuentan con personal especializado en la divulgación de la cultura del vino, contar con sus servicios es la mejor forma de exprimir al máximo nuestra visita.
Museos, exposiciones, conciertos, rutas de senderismo, en bicicleta, ferias… La oferta cultural, deportiva y de ocio que se estructura alrededor del enoturismo es riquísima. A la hora de planear tu viaje, dedica algo de tiempo a conocer qué actividades pueden realizarse por los alrededores de la región, los lugares que no puedes perderte, rutas… De esta manera tu visita será mucho más completa.
Es importante tener en cuenta cómo llegar a nuestro destino. Existen viajes organizados en los que podemos visitar diferentes bodegas sin tener que preocuparnos por conducir. Si viajamos no queremos estar pendientes del coche, lo mejor es elegir destinos con una oferta de actividades variada, que nos permita poder pasar todo el día sin necesidad de desplazarnos.
El vino y la buena mesa van de la mano. Aprovecha para conocer la gastronomía típica de la región y la relación con los vinos de la tierra.
El enoturismo es, por tanto, una actividad ideal para aquellos que quieran aprender a disfrutar del vino, no es exclusivo de grandes entendidos. Desde las bodegas están dispuestos a compartir su conocimiento sobre el mundo del vino, por eso es más que necesario elegir también una cata de vinos. ¡Una experiencia inolvidable para todos los sentidos!
La visita a una bodega es una experiencia multisensorial. De hecho, algunas de ellas habilitan túneles sensoriales. Espacios en los que podremos jugar con nuestros sentidos: con el olfato, el tacto, la vista… De esta manera, aprenderemos a diferenciar todos los matices que puede esconder un vino y seremos capaces de distinguirlos posteriormente en la cata. Una de las actividades más novedosas es la vinoterapia: la utilización de los beneficios terapéuticos del vino y la uva en tratamientos de salud y belleza. Baños, masajes, mascarillas y muchos otros tratamientos tienen el vino como protagonista.
El color de los viñedos, los juegos de la luz al filtrarse a través de las hojas, las texturas de la tierra y de las cepas, la intensidad del vino al contraluz… todos ellos motivos más que suficientes para llevarse la cámara de fotos e inmortalizar el momento.
Si tienes pensado comprar algún vino aprovecha tu visita a la bodega. Tendrás la oportunidad de probar los vinos en una cata y descubrir el que más te guste.