Las comidas en verano se resumen en platos frescos, fríos y fáciles de preparar, además de ser prácticos para llevar al pícnic en la playa, piscinas o excursiones. Aunque hay algunos alimentos que no se recomiendan meter en la nevera portátil, lo cierto es que los bocadillos o las ensaladas siempre están presentes en el menú estival.
Las ensaladas de bote son una idea genial para disfrutar de una comida fresca y nutritiva fuera de casa. Puedes combinar una gran variedad de verduras, legumbres, proteínas, cereales o hidratos como pasta y quinoa.
Un bote esterilizado es fácilmente transportable y se conserva igual que un táper. Además, los ingredientes no se mezclan ni humedecen, lo que facilita que los más delicados no se estropeen. Así que, toma nota de cómo preparar tus ensaladas favoritas en un bote.
En primer lugar, coloca el aliño en la base del recipiente. Prepara una vinagreta sencilla con una mezcla que incluya aceite de oliva virgen, una parte de vinagre y una pizca de sal. Con este aliño se elaboraría una vinagreta básica, pero muy efectiva.
Los aliños pueden ser diversos y de distintos gustos, por lo que se puede agregar una cucharadita de mostaza, mayonesa, especies varias o miel. De esta manera consigues variar el sabor y la textura de la vinagreta.
Sobre el aliño, agrega una capa de ingredientes que no absorban ni se estropeen si entran en contacto con él. Puedes añadir legumbres como garbanzos o alubias; vegetales cortados en rodajas como calabacín, zanahoria o pepino. También puedes incluir algún hidrato como quinoa, pasta o arroz. La idea es evitar que otros ingredientes de la ensalada con densidad más blanda entren en contacto con el aliño hasta el momento de servir.
Ahora es momento de añadir una capa con ingredientes de cierta densidad como trozos de manzana o fresas; guisantes; maíz cocido; rábanos; aceitunas; remolacha cocida o unas tiras finas de lombarda. El colorido es muy importante.
Por último, se añaden elementos más blandos, como tomate troceado, lechugas variadas, rúcula, canónigos, frutos secos, trocitos de queso, etc.
Si quieres incluir proteínas de origen animal como pollo, gambas, atún, jamón cocido o mejillones, es el momento de agregarlas.
Recuerda tapar el bote con la ensalada y reservar en el frigorífico hasta la hora de comer. Para servir, tan solo se debe poner el frasco boca abajo en un plato y agitar con suavidad para que el aliño de la base se distribuya de forma uniforme por toda la ensalada.