Hay varias teorías que explican el porqué de comer torrijas en la época de la Cuaresma, justo antes de la Semana Santa. Por un lado, algunas fuentes apuntan a que se trataba de un modo de aprovechar el pan sobrante ya que no lo podían acompañar a la inexistente a la ingesta de carne, mientras que otras consideran la posibilidad de que se preparaban para aportar las calorías que no se obtenían precisamente por la imposición de no comer carne.
Sea como fuere, lo cierto es que las torrijas son uno de esos dulces que merece la pena consumir tanto en estas fechas como en cualquier otro momento del año. El principal hándicap es que, a pesar de que los ingredientes no son ni caros ni difíciles de encontrar, la preparación requiere un tiempo que no siempre estamos dispuestos a emplear.
En caso de seguir adelante, una de las opciones más saludables que hay en la actualidad es la de hacer torrijas en la freidora de aire, puesto que este aparato evita tener que freírlas en un baño de aceite de oliva que aumenta su contenido calórico.
En primer lugar hay que hacer acopio de los ingredientes que se requieren para la preparación de este dulce. El principal de todos es el pan. El tipo depende de los gustos del cocinero o de los futuros comensales. Actualmente se comercializa pan para torrijas, pero pueden hacerse con panes de tipo brioche o con pan común.
El resto de ingredientes básicos son los siguientes (las cantidades son para preparar cuatro torrijas): medio litro de leche, 100 gramos de azúcar, una rama de canela y un o dos para rebozar.
Una vez que se tienen todos los ingredientes, los pasos para preparar torrijas en freidora de aceite son los mismo que se dan en el método tradicional, exceptuando el proceso final de fritura.
Para finalizar, hay que señalar que los amantes de las torrijas tradicionales quizás encuentren diferencias en el sabor o la textura, ya que la fritura se realiza de un modo muy diferente.