Con el frío nocturno de las últimas semanas es habitual salir al coche por la mañana y encontrar el parabrisas helado. Retirar el hielo a priori no parece gran dificultad pero, si no sabemos cómo hacerlo, no solo tardaremos más y nos congelaremos las manos sino que además podemos arañar el cristal y romperlo. La DGT tiene los trucos para hacerlo bien y rápido.
Las temperaturas están alcanzando valores entre los -5 y los -10 grados por la noche, que a poco que haya humedad bastan para formar una capa de hielo en la luna del coche. Esto es un incordio a primera hora, cuando todavía hace demasiado frío y quitarlo puede ser complicado, a menos que contemos con una rasqueta y alcohol que nos ayuden con la tarea de despejar el parabrisas. Aunque esto no es lo único que necesitamos.
Antes de ponerte a rascar, enciende el motor del coche y pon la calefacción para que se vaya calentando. Orienta el aire hacia el parabrisas. Eso sí, no pongas una temperatura demasiado alta o el contraste con el exterior hará que se raje el cristal.
Una herramienta indispensable en nuestro coche en el invierno es una rasqueta de plástico que nos ayude rascar por las mañanas, o en su defecto una tarjeta que no sea demasiado importante (no utilices la de crédito o el DNI). Ve quitando el hielo desde el marco hacia el interior. No utilices objetos metálicos como un CD que puedan arañar el parabrisas.
Se venden diferentes productos anticongelantes que nos ayudarán a derretir el hielo en estos casos, pero si no tienes puedes rociar el parabrisas con alcohol. Este tiene un punto de congelación diferente al agua, por lo que es muy efectivo para quitar el hielo del coche.
Una vez hayas rascado, activa el limpiaparabrisas para eliminar los restos que queden. No eches agua por encima del cristal o volverá a congelarse, pero si el depósito del líquido del parabrisas contiene un producto anticongelante puede ser de ayuda.
Desde la DGT aconsejan también quitar el hielo de los faros si estos se congelan, aunque debería bastar con encender las luces del coche un rato para que se derrita.
Siempre es mejor prevenir que curar. Por eso, si sabes que va a hacer mucho frío por la noche y aparcas en la calle, puedes usar algunos trucos caseros. Desde la DGT proponen frotar el cristal con una patata pelada, rociarlo con una mezcla de agua y vinagre, o cubrir la luna con un cartón o una manta (será necesario sujetar con los brazos del limpiaparabrisas y las puertas delanteras). De este modo evitarás la formación de hielo.
El contraste de agua caliente y el frío del hielo puede hacer que quiebre el cristal, de igual manera que poner la calefacción demasiado alta, como ya hemos dicho, dañaría el parabrisas por la diferencia extrema de temperatura.
Si lo haces, podrías dañar las escobillas de los limpiaparabrisas.