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La tercera ola del coronavirus parece que va aminorando su ritmo en España. El número de contagiados ha caído ya en la mayoría de las comunidades autónomas a niveles de comienzos de enero, cuando estábamos empezando a subirnos en esta llamada tercera ola. Eso sí, aunque los positivos hayan disminuido seguimos en riesgo extremo con más de 250 casos por cada 100 000 habitantes. La curva es descendente aunque este fin de semana estamos viviendo ligeros repuntes. Por ejemplo en Cataluña, sube una décima el ritmo de contagios, con 1416 casos nuevos y, lo peor, 27 fallecidos más que el sábado.
La viróloga e investigadora del CSIC Margarita del Val ha concedido una entrevista al medio de comunicación '20 minutos' en la que ha comentado cómo observa la evolución de la pandemia en España, cómo avanza el ritmo de vacunación y cuáles son los inconvenientes que ella misma observa para que los contagios no caigan a más velocidad.
Sobre esta última cuestión, la viróloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa ha recalcado que el principal error que detecta en los contagios es que no se están cumpliendo con las cuarentenas decretadas a los positivos y a sus contactos estrechos. Margarita del Val asegura que los aislamientos no se están ejecutando como es debido. "Se da el alta médica demasiado pronto y las empresas no están permitiendo que la gente guarde los diez días cuando es contacto de un positivo", declara la científica a '20 minutos'.
Por otro lado, Margarita del Val advierte que el virus siempre se comporta igual y que si el gobierno de España y las comunidades autónomas aceleran el ritmo de desescalada al observar este aplanamiento de la curva se produciría otra cuarta ola a finales de marzo.
"Es posible que unas seis semanas después del pico de contagios de la ola actual, que se produjo en torno al 20 de enero, alcancemos el valle y comience a subir de nuevo el número de casos. Si hemos hecho planes para Semana Santa, no los cambiaremos, nos reuniremos con gente, seguirá haciendo frío y habiendo actividad en interiores, con lo que se producirá una ola tan fuerte como esta, con muchas personas mayores muriendo", alerta la investigadora del CSIC.
En su opinión, la mejor estrategia para frenar el avance del virus la han llevado a cabo países como Nueva Zelanda o Australia. Para Margarita del Val decretar severas cuarentenas en cuanto se detectan brotes o varios contagios es la menor forma para acabar con el virus. Además, ella misma asegura que si en España se hubiese decretado este modelo sectores como la economía hubiesen sufrido menos.
Ahora, Margarita del Val cree que la elección que ha tomado la sociedad española "ha sido vivir en el límite, a pesar de que haya muchos muertos". No obstante, la viróloga recuerda que "estamos a tiempo de cambiar" para evitar así más contagios y más muertes.
Retomando el asunto sobre la vuelta a la normalidad, la doctora en bioquímica pronóstica a '20 minutos' que en los meses de verano con la llegada del buen tiempo y de las buenas temperaturas la probabilidad de contagio es "diez veces menor". Margarita del Val justifica este descenso de los positivos debido a que el ocio se lleva a cabo en los exteriores y a la subida de las temperaturas. Además, también añade como justificación que la campaña de vacunación estará mucho más avanzada.
"Con eso, en algún momento podremos hacer planes o no de vacaciones. Algo que descarto para Semana Santa, es muy prematuro, desde luego", presagia la viróloga del CSIC al periódico '20 minutos'.
Sobre la estrategia de vacunación que está siguiendo España, Margarita del Val se muestra a favor y bastante optimista: "Me parece muy adecuada la estrategia que estamos siguiendo en la mayor parte de los países y, en concreto, en España".
Sin embargo, la investigadora del CSIC recalca que "el ritmo de vacunación es lo mejor posible con las dosis disponibles, que son pocas". Además, del Val muestra cuáles son los puntos flacos en esta estrategia de vacunación que sigue Europa y, en concreto, España: "La fabricación, la producción de la vacuna es un cuello de botella. Sería deseable que nos pudieran llegar más. Por suerte no estamos compitiendo con otros países de Europa, sino que es una acción concertada con toda la Unión Europea y se está negociando con mucha fuerza, pero hay que fabricar las dosis y eso lleva tiempo".