Si el día se te hace largo, quizá te consuele pensar que un día Venus dura, normalmente, 243 días terrestres, o lo que es lo mismo, 5.832 horas. ¿Verdad que ya no se te hace tan pesado visto así? El Real Observatorio de Madrid ha querido recordarnos este miércoles la importancia de distanciarnos de tanta información preocupante y mirar al cielo: Venus está especialmente resplandeciente.
Al anochecer, cuando el Sol no robe el protagonismo al resto de astros, podrás encontrar entre las estrellas y la Luna, casi invisible ahora, un cuerpo celeste que rara vez se asoma al firmamento: Venus.
Por su posición respecto al Sol y a la Tierra, se verá más brillante que de costumbre. Se trata del segundo planeta del Sistema Solar, después de Mercurio, lo cual implica que, incluso en el punto más alejado del Sol de su órbita, la distancia es una nimiedad comparada con la de nuestro planeta. Es decir, aun estando lo más lejos que llega a estar del Sol, Venus alcanza temperaturas de unos 460°C en su superficie. ¿Te imaginas? Nos fundiríamos.
Es por ese calor disparatado de su superficie que Venus es el planeta perfecto para estudiar algunas cosas que podrían pasar si los gases de efecto invernadero siguen sobrecalentando la Tierra.
"Por su elevado contenido de dióxido de carbono (CO2), la atmósfera de Venus atrapa la radiación solar y alcanza una temperatura media de 460°C en su superficie, suficiente para fundir incluso el plomo", nos recuerda el observatorio a través de su cuenta de Facebook. Lo que aprendemos de esto es que proteger la vida en la Tierra pasa por controlar nuestras emisiones.
Para disfrutarlo, fíjate en el oeste al horizonte por la noche.