Un estudio revela que las probabilidades de sufrir trombos es similar tanto si te vacunas con el antídoto de AstraZeneca que con Pfizer o Moderna. La investigación publicada por la revista The Lancet concluye que la vacuna desarrollada por Astrazeneca y las de ARNm tienen perfiles de seguridad similares.
El estudio que incluyó a a 945.941 participantes a los que se habían administrado vacunas ARNm (778,534 con dos dosis), 426.272 participantes que habían recibido la vacuna de AstraZeneca, 222.710 personas con COVID-19 y a otros 4.570.149 participantes.
La investigación evaluó las tasas de incidencia de trastornos de la coagulación sanguínea de tromboembolia y trombocitopenia, incluida la trombosis con trombocitopenia, de frecuencia muy rara, después de la vacunación con una vacuna de ARNm o Vaxzevria (AstraZeneca). Se compararon con las tasas esperadas en una población general y en personas con COVID-19.
Los resultados revelaron que los perfiles de seguridad de la vacuna de vector viral de Astrazeneca (Vaxzevria) y la vacuna basada en ARN mensajero fueron similares y favorables, en general. Se observaron trastornos de la coagulación (TTS) muy poco frecuentes con ambas vacunas, aunque en consonancia con lo que cabría esperar en la población general y más bajos que entre los diagnosticados con COVID-19.
Independientemente de la vacuna utilizada, el aumento de las tasas de trombosis entre las personas infectadas con COVID-19 fue mucho mayor que entre las vacunadas. Asimismo, las tasas de tromboembolia venosa fueron ocho veces más altas después de un diagnóstico de infección por COVID-19 en comparación con la tasa esperada.