La variante Delta es la que tiene en jaque a Reino Unido y a la que más teme Europa en estos momentos. Un nuevo estudio concluye que las dos dosis de las vacuna de Pfizer y AstraZeneca generan una respuesta neutralizante en el 95% de los casos de contagios de covid. Según los investigadores la inmunidad real va más allá de lo que muestran los experimentos de laboratorio.
Según un nuevo estudio la variante Delta, originaria de India y que es más contagiosa, no se resiste a las dos dosis de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca. En este trabajo, recogido en la revista Nature, se analizó el suero de 103 personas que se habían infectado de covid hasta un año antes y el de 59 personas vacunadas con una o dos dosis con ambos sueros.
El estudio muestra que las vacunas protegen contra la variante Delta, aunque solo tras la segunda dosis. “Una sola dosis no activa cantidades suficientes de anticuerpos neutralizantes”, explica Oliver Schwartz, investigador del Instituto Pasteur y coautor del estudio.
Las dos vacunas analizadas “resisten” esta variante. El 95 % de los individuos generaban una respuesta neutralizante, aunque los niveles de anticuerpos fueran entre tres y cinco veces menos potentes en comparación con la variante alfa.
Schwartz matiza que después de todo este tiempo investigando el SARS CoV 2 la efectividad en condiciones reales es que nuestro sistema inmunitario va mucho más allá: “Otras partes de la respuesta inmunitaria, incluida la celular, también juegan un rol importante”.
“Es un trabajo científicamente bueno en su contexto que redunda en la importancia de recibir las dos dosis de la vacuna”, comenta el investigador de la Universidad de Valencia Rafael Toledo. No obstante, señala el científico, la muestra del estudio es muy limitada.
Los investigadores también han comprobado que vacunar a personas previamente infectadas por el SARS-CoV-2 mejora su inmunidad hasta neutralizar la variante delta. Toledo insiste en la importancia de que las personas que han sido infectadas en el pasado se vacunen igual.
El SARS-CoV-2 no dejará de producir variantes, pero nuestro sistema inmunitario no se rendirá. “Si hay mutaciones, las células de memoria reaccionan muy rápidamente para generar nuevos anticuerpos contra el epítopo emergente”, aclara Toledo a la revista SNIC.