La llamada "paciente cero", que introdujo la variante delta en Chile será juzgada por infringir las normas sanitarias. Así lo ha solicitado la Fiscalía para la mujer, que reside en EEUU, su hermana y su cuñado, que son investigados por infringir las normas sanitarias del país.
El juez ha considerado en su decisión que los imputados "cumplieron la conducta típica de infringir las normas sanitarias generales que son de pleno conocimiento de quienes las vulneran, máximo cuando los imputados se encontraban notificados y apercibidos a cumplir la cuarentena que se les imponía, conociendo los protocolos existentes".
La investigación tendrá que realizarse en el máximo de dos meses para delimitar las responsabilidad de los imputados. La mujer de 43 años, quien reside en Estados Unidos, llegó el pasado 4 de junio a Chile, y tras dar negativo a un test PCR que se le practicó en el aeropuerto, obtuvo autorización para acudir al funeral de su padre junto a sus familiares.
No obstante, y según el ordenamiento cronológico expuesto por el fiscal de San Javier, la mujer hizo una parada en una gasolinera y luego acudió al funeral, donde estuvo en contacto con al menos 20 personas, hechos que acreditó a través de la presentación de material audiovisual.
Al término de la audiencia, el procurador fue consultado por si esta resolución marca un "precedente inédito" en esta materia. "Más que precedente, los fiscales del país estás realizando el trabajo, mientras esta norma no sea derogada, mientras el Congreso o el Ejecutivo no realice modificaciones, estamos obligados a cumplir la ley. La ley en este caso busca sancionar a las personas que pongan en peligro salud pública, y mientras esté vigente, vamos a seguir haciendo de la misma forma nuestro trabajo".
La fiscalía contra los tres imputados alega la infracción al artículo 318 del Código Penal, es decir, infringir las normas sanitarias al no haber respetado la cuarentena y haber tenido contacto con otras personas, faltando así a las indicaciones de la autoridad sanitaria.