Un tiburón gato de boca negra (Galeus melastomus) ha sido hallado en el Mediterráneo sin piel y sin dientes, algo que nunca antes se había documentado. Se encontró en los alrededores de Cerdeña, a unos 500 metro de profundidad y, curiosamente, en buen estado de salud. Para los biólogos es un misterio cómo puede haber sobrevivido y, sobre todo: ¿Qué le ha pasado?
La piel es necesaria para cualquier ser vivo. Es un órgano y una protección. De igual manera los dientes en un tiburón son importantes, aunque no fundamentales para la alimentación, cuenta el estudio publicado en la revista ‘Fish Biology’, puesto que, según explican los científicos de la Universidad de Cagliari, engullen a sus presas sin necesidad de masticarlas. De hecho, “aunque este tipo de anomalía morfológica es potencialmente fatal, las observaciones sugirieron que el espécimen se encontraba en buen estado de salud y bien desarrollado”, dice la publicación.
Hay dos hipótesis en cuanto al motivo de su aspecto. En primer lugar, que pueda tener que ver con la temperatura elevada del Mediterráneo y una consecuente acidificación debido al cambio climático. No es la primera vez que se llega a la conclusión de que las variaciones en las condiciones de acidificación del océano afectan a los dentículos y la piel de los tiburones, provocando corrosión, como dedujo un estudio hace unos meses.
La otra teoría que se baraja es que se deba a una mutación o un mal desarrollo del animal en su fase embrionaria. Por el momento son solo hipótesis, pero los investigadores están analizando este ejemplar para hallar respuestas a su condición.