Recientemente, una mujer murió en Maine por el ataque de un tiburón blanco. Desde entonces el gran temido del océano –gracias a Hollywood– vuelve a serlo, y su presencia en los alrededores de Nueva York no es del agrado de muchos. Pero ¿por qué eligen cada vez más la Costa Este?
La dieta de los tiburones no incluye humanos, generalmente, y es raro que ataquen. Los buceadores que estudian sus poblaciones se sumergen a menudo con ellos. En cambio, les gusta devorar peces cuando son crías y, cuando son adultos de 3 metros de largo, mamíferos como focas, leones marinos y cadáveres de ballenas.
La organización sin ánimo de lucro OCEARCH rastrea de manera constante los ejemplares ‘pineados’, es decir, aquellos que ha conseguido marcar con un GPS, por el Atlántico. Los datos son abiertos y pueden visualizarse a través de su web fácilmente. Lo curioso de los últimos años es que aparecen más en la Costa Este estadounidense. Una buena noticia si tenemos en cuenta que se trata de una especie que está desapareciendo.
La otra cara de la moneda es el disgusto de bañistas y surfistas que no saben cuándo puede salir una enorme cabeza para tragarles como en ‘Jaws’. Pero como decimos lo que atrae a estos tiburones a la costa de Nueva York o Maine no somos los humanos.
En primer lugar, estas zonas forman parte de su migración. Generalmente lo que ocurre es que las hembras se dirigen a Montauk, en la punta de Long Island, en el estado de Nueva York, a finales de la primavera o primera mitad del verano. Allí dejan a sus crías para que persigan calamares y caballas que abundan en la zona. Esta ‘guardería’ bajo Montauk se descubrió en 2016 y se sabe que prolifera año tras año.
Lo que ocurre mientras tanto con los adultos es que se dirigen más al norte, al Cabo Cod, en Rhode Island, donde se ponen hasta arriba de focas. El hecho de que haya tantas focas se lo debemos a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos aprobada en Estados Unidos en 1972, que prohíbe cazar y capturar a todos los mamíferos marinos.
Resulta que con la expansión de las focas, cada vez más numerosas, los tiburones están a su vez más presentes en zonas próximas a la costa. No obstante para evitar el conflicto humano-tiburón blanco nuevamente se está buscando multiplicar los esfuerzos para el monitoreo. Generalmente los ejemplares son nombrados por el equipo de biólogos, como Miss May, famosa últimamente porque ha puesto rumbo a Long Island. Es una manera de conseguir que la gente esté informada y a la vez simpatice con el animal, en vez de odiarlo.