Desde ya una nueva joya de la NASA nos observa. Es el telescopio James Webb, que nos contempla tras llegar a su punto óptimo, a un millón y medio de kilómetros de distancia de la Tierra. Sus imágenes permitirán descubrir los misterios del universo y fotografiarlos.
Hasta el infinito, hasta el origen de todo. Allí pretende llegar el nuevo orgullo de la NASA, el telescopio James Webb. “Va a ser alucinante, vamos a ver imágenes espectacularmente bonitas gracias a este nuevo telescopio”, cuentan desde la NASA.
Este espejo cubierto de oro es el James Webb y acaba de posicionarse a más de un millón de kilómetros de la Tierra. Justo donde querían. Porque desde esa posición podrá captar lo nunca visto. “Desde objetos de nuestro propio sistema solar hasta las primeras galaxias que surgieron tras el BigBang”, explican desde la NASA.
Son esas primeras constelaciones… estrellas, nubes de polvo y gas que nacieron hace más de 13.000 millones de años y que podríamos ver con nuestros propios ojos ahora.
Este gigantesco telescopio se encargará de fotografiarlo todo… desde Marte, a la luna helada de Saturno. De momento, hay que esperar para ver las primeras imágenes, que vendrán dentro de unos cinco meses. Toda una joya para la astronomía.