El proyecto de SuperBIT es, a primera vista, muy prometedor por su bajo coste. Sus impulsores quienes elevar un telescopio a más de 40 kilómetros con un globo de helio gigantesco del tamaño de un estadio de futbol, y así observar el espacio por encima de nuestras cabezas.
SuperBIT son las siglas de Superpressure Balloon-borne Imaging Telescope o, en español, telescopio de imágenes transportadas por globos de superpresión. Fue anunciado el martes (20 de julio) por la Royal Astronomical Society, y ha sido creado por investigadores de la Universidad de Durham en el Reino Unido, la Universidad de Princeton y la Universidad de Toronto en Canadá, con la ayuda de la NASA y la Agencia Espacial Canadiense.
“El telescopio hará su debut operativo el próximo abril y, cuando se despliegue, debería obtener imágenes de alta resolución que rivalicen con las del telescopio espacial Hubble”, dicen los creadores de SuperBIT en un comunicado.
Visitar el espacio en globo tiene una enorme ventaja: “Es barato, fácil y respetuoso con el medio ambiente", asegura Mohamed Shaaban, estudiante de doctorado de la Universidad de Toronto.
Desde la Tierra, la visión del universo se vuelve borrosa porque "la luz tiene que atravesar la atmósfera turbulenta y arremolinada". En cambio a 40 kilómetros de altitud y con el espejo de 0,5 metros de diámetro de SuperBIT, la observación se vuelve infinitamente más nítida.
“Nadie ha hecho esto antes, no solo porque es extremadamente difícil, sino también porque los globos podrían permanecer en el aire solo unas pocas noches: demasiado corto para un experimento ambicioso”, dice el comunicado. “Sin embargo, la NASA desarrolló recientemente globos de 'superpresión' capaces de contener helio durante meses”, informan.
Así, este inmenso globo de 532.000 metros cúbicos de volumen podrá permanecer estable por encima del 99,5% de la atmósfera terrestre el tiempo suficiente para observar la Tierra en más de una ocasión.
SuperBIT está programado para lanzarse en el próximo globo de larga duración, desde Wanaka, Nueva Zelanda, en abril. Llevado por vientos estacionales, circunnavegará la Tierra varias veces: tomará imágenes del cielo durante toda la noche y luego utilizará paneles solares para recargar sus baterías durante el día, anuncia la Royal Astronomical Society.
El presupuesto para el telescopio SuperBIT es de 5 millones de dólares, unas 1.000 veces menos que un satélite similar. Sus inventores están convencidos de que se convertirá en el futuro de la exploración espacial.