Los termómetros marcan estos días más de 45 grados en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Por ello, el gobierno ha pensado que es un buen momento para testear el sembrado de nubes con drones que crean lluvia artificialmente a través de una descarga eléctrica. Así lo está probando Dubái.
Las imágenes publicadas recientemente por la agencia meteorológica de los EAU muestran un auténtico chaparrón, dicen, que se ha logrado gracias a esta 'siembra de nubes'.
"El país tiene muchas nubes, por lo que el plan es persuadir a las gotas de agua de que se fusionen y se peguen, como el cabello seco en un peine cuando se encuentran con la electricidad estática", ha explicado en la BBC Maarten Ambaum, que participa en el proyecto de siembra de nubes que lidera la Universidad de Reading.
Así, la función de los drones, dirigido por operadores humanos en tierra, es alterar el equilibrio de las cargas positivas y negativas que portan naturalmente las nubes.
Esta es una de las primeras veces que los científicos han utilizado drones en un intento de estimular la lluvia de las nubes. Las técnicas establecidas para estimular las lluvias en los países secos implican que aviones o cohetes que vuelan a baja altura arrojen o disparen partículas sólidas (como sal o yoduro de plata) a las nubes. Esto se conoce como siembra de nubes.
El estrés hídrico es un problema importante en gran parte del mundo árabe, incluidos Emiratos. La precipitación promedio en los Emiratos es de 100 litros por metro cuadrado por año (en comparación con 885 l/2 en el Reino Unido) y se espera que el país se vuelva más seco y árido a medida que las temperaturas aumenten debido al calentamiento global.
"La escasez de agua es uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad, y el cambio climático está generando más incertidumbre en torno a las lluvias", decía Keri Nicoll, que también ha participado en el proyecto, en un comunicado.
"En aquellas partes del mundo que realmente luchan por el agua, los proyectos para mejorar las lluvias son realmente importantes, y hay 50 países que han establecido programas de mejora de las precipitaciones”, añadía.
Nicoll tiene la esperanza de que la tecnología producida para el proyecto pueda usarse para estimular las nubes para que produzcan lluvia en los próximos años. "Es probable que la carga de gotas de nubes por sí sola no reemplace las técnicas de siembra de nubes establecidas, pero podría funcionar junto con las técnicas existentes para maximizar la eficiencia de la siembra de nubes", concluyó.