Los trabajadores del campo en el oeste de Estados Unidos están preocupados por las cosechas de este año. El 72 por ciento de la región vive bajo una grave sequía que amenaza con echar a perder toda la temporada, especialmente en el estado de California. Y eso no es todo: campos secos significa más incendios y pantanos vacíos significa cortes de agua, como ya está sucediendo. La situación empieza a ser extrema.
Buena parte de California vive una emergencia por la escasez de agua. En embalses como el de Folsom o el de Oroville la imagen es la de una tierra árida. Donde habitualmente se amarran las embarcaciones ahora hay tierra seca y algo de vegetación. Ni rastro de agua. La lluvia no llega.
Nevada, Oregón y Utah también sufren la sequía, así como en zonas de otros estados. En Alburquerque, en Nuevo México, los dueños de la granja que vemos en las imágenes temen que si la lluvia no llega pronto, sus campos de chile se secarán irremediablemente en unas semanas.
La falta de nieve durante el invierno y que se trata ya del segundo año consecutivo de sequía son factores que han hecho saltar todas las alarmas. Los científicos señalan la mano del ser humano como responsable de los cambios cada vez más extremos en nuestro clima.