La ola de calor de Siberia empezó a finales de enero y, desde entonces, se han registrado temperaturas tan extremas como los 38ºC de Verjoyansk, llamado “el polo del frío”. Esto está dejando un paisaje invadido por las llamas y un permafrost que mengua tras siglos congelado, lo cual está desvelando los secretos escondidos bajo el hielo. El lago Pechevalavato se ha convertido en el escenario de uno de los descubrimientos más llamativos: se han encontrado restos de mamut lanudo de hace 10.000 años.
El mamut vivió desde hace casi 5 millones de años hasta hace unos 3.500 y muchos de sus restos yacen bajo el hielo helado del norte de Rusia. El permafrost los ha conservado en perfecto estado durante siglos, hasta que la ola de calor de este año ha dejado expuesto el esqueleto de un ejemplar que, se calcula, vivió hace 10.000 años.
El gobierno ha publicado imágenes del momento del hallazgo en el lago Pechevalavato, donde han aparecido parte del cráneo del mamut, varias costillas y huesos de las patas delanteras, incluidos algunos con tejido blando todavía unido a ellos. También han reportado fragmentos de pies e incluso piel. Esto da una oportunidad de oro a los investigadores porque el tejido blando siempre desvela más información.
El descubrimiento fue accidental. Un grupo de pastores con renos tropezaron con los huesos a lo largo de la costa del distrito autónomo de Yamalo-Nenets, y al rato había un montón de científicos desenterrando el esqueleto con expectación.
No es la primera vez que el calor derrite el hielo y deja a la vista sus secretos. De hecho es frecuente que grupos de cazadores se desplacen cada verano a las remotas islas deshabitadas de Nueva Siberia en busca del escurridizo "oro blanco", como llaman a los colmillos del extinto mamut lanudo, escondidos en el permafrost. También en 2013 se encontró un esqueleto completo. El ejemplar incluso fue nombrado Buttercup.
Otros hallazgos que se han producido cuando el calor ha derretido en exceso el permafrost han sido un cachorro de león cavernario extinto, en 2017, y en 2019 un potro de 42.000 años y una cabeza de lobo de 32.000 años, según publica The Swaddle.
Pero nada causa más expectación que el mamut. Existe incluso un grupo de científicos dirigido por el reconocido ingeniero molecular y genetista George Church, de la Universidad de Harvard, que busca crear un híbrido de mamut lanudo y elefante asiático. Ambas comparten el 99 por ciento de su ADN y es, por tanto, su pariente vivo más cercano.