Es época de paseos y deportes al aire libre… Y de bichos. En la mayoría de los casos nos pican y no nos damos ni cuenta o si acaso producen irritación y un bultito antiestético, pero las picaduras de insectos son variadas. Si tenemos mala suerte y nos atacan varias abejas de golpe, por ejemplo, o si lo hacen en una parte del cuerpo delicada, podemos sufrir una reacción tóxica. Te contamos cómo actuar cuando esto pasa.
Para que una picadura nos preocupe tienen que pasar dos cosas: que seamos alérgicos a la picadura de un insecto en particular, o que tengamos la mala suerte de que nos dé una reacción tóxica.
Lo segundo ocurre principalmente cuando nos pican muchos de golpe. Si por ejemplo estamos realizando alguna actividad en el campo y golpeamos sin querer un nido de avispas o abejas, lo más seguro es que nos ataquen en masa. Ahí sí que hay que preocuparse. Hay más posibilidades de que esto nos pase con las véspulas (avispas) porque a menudo construyen sus colmenas en el suelo o debajo de troncos y es más fácil que las manipulemos sin querer.
En cambio, con las apoideas (abejas) es más complicado, aunque no imposible. También es más grave en caso de que nos ocurra. Dejan su avispón dentro de la víctima y mueren en el instante. Si nos pica lo más normal es que se nos pase la molestia en 48 horas, pero si lo hacen varias mejor correr al médico.
Desde la SEAIC, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, tranquilizan: “Se ha estimado que los efectos tóxicos aparecen a partir de 50 picaduras y que la dosis letal para un niño sería de 100 picaduras y de 500 picaduras para un adulto”.
Lo más normal es que los bichos nos llenen los brazos y las piernas de picotazos, pero a veces se despistan y van al cuello, los párpados o los labios, por ejemplo.
Si nos pica una avispa, una abeja o una hormiga (en España es poco frecuente que piquen las hormigas) en el ojo, tomándolo como ejemplo, puede darse una reacción tóxica porque nos inoculan su veneno, que es su propia saliva. Además de irritarse mucho, el aspecto es muy escandaloso porque se hincha mucho. Puede pasar que derive en una neuritis, pero es muy raro. Si nos asustamos porque notamos que vemos peor, eso sí, lo mejor es ir al médico, por si acaso.
En España es raro que tengamos una reacción tóxica a un insecto, pero puede pasar. Además de las abejas y las avispas, hay que tener cuidado con las llamadas hormigas coloradas. Suele picar, o mejor dicho, morder, en el abdomen múltiples veces y con un patrón circular. También habría que andarse con ojo con algunas arañas, la llamada ‘viuda negra’ o la ‘reclusa parda’, así como escorpiones y orugas.
Por último, con la proliferación de garrapatas y garrapatasmosquitos tigre este verano, tendríamos que sumar estas dos especies a la lista de posibles insectos peligrosos.
No son lo mismo que las tóxicas. Puede que seas alérgico a la picadura de un insecto en partículas y que justo te pique. Si esto ocurre te darás cuenta: entre los síntomas están “la tos, la dificultad para respirar, hinchazón de los labios, la lengua, los oídos, los párpados, las palmas de las manos, las plantas de los pies y las membranas mucosas (angioedema), aturdimiento y confusión, náuseas diarrea y enrojecimiento de la piel o aparición de ronchas”, advierte la empresa de aseguradoras médicas Cigna.