La polémica está servida, y tiene forma de filete. El ministro Alberto Garzón ha puesto sobre la mesa algo que los expertos de la ONU, la OMS y organizaciones no gubernamentales vienen diciendo desde hace años: el consumo de carne está afectando al planeta. Esto ha disgustado a ganaderos, a la oposición… Y al propio Gobierno. Pero, ¿qué impacto tiene realmente la carne en el medio ambiente? ¿Se entiende el revuelo?
“El 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, mientras que para que tengamos 1 kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua”, decía Garzón en el vídeo que está protagonizando titulares de prensa y el ‘prime time’ de la televisión. Pero estas palabras no son (solo) suyas. Anteriormente lo hemos escuchado de instituciones tan relevantes como la FAO.
Nos dijeron lo mismo desde el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de las Naciones Unidas, en el informe de 2019, que proponía cambiar el sistema alimentario para disminuir la crisis climática. También desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomendó “limitar el consumo de carnes rojas o procesadas” para prevenir algunos tipos de cáncer.
Uno de los principales problemas son los piensos de animales. Según informes oficiales, la producción de piensos animales a escala mundial es de unas 720 millones de toneladas, piensos que provienen de la soja, el maíz, los cereales y la harina de pescado. Esto es un problema: alrededor del 80% de la deforestación en la Amazonia se atribuye a la actividad ganadera, ya sea para producir estos productos o para dar espacio al ganado.
Además de la deforestación, esta producción excesiva de carne supone un inmenso gasto de agua, y una emisión de gases de efecto invernadero que iguala, según Greenpeace, la de todo el transporte mundial. Esto ocurre por varios motivos, desde la propia deforestación, los excrementos derivados de la ganadería industrial, el traslado de mercancías y de animales… Hasta los camiones que lo llevan al supermercado donde lo compramos.
Una manera de calcular cuánto contribuye tu dieta a las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales es a través de esta calculadora de la BBC. Si, por ejemplo, consumes carne de vaca entre 3 y 5 días a la semana, la huella medio ambiental que supone tu ingesta de carne será de unos 1.611 kg en todo el año. Eso equivale a 5 vuelos de ida y vuelta de Londres a Málaga, y a un terreno para su producción similar al que ocupan 17 canchas de tenis.