La ciencia hace años que se esfuerza por conocer más de los secretos que esconden las entrañas de la Tierra, probablemente el reto más complicado que se ha planteado. La conclusión hasta hace nada era que el punto más profundo, terrestre –no sumergido– era la cueva Veryovkina, en el Cáucaso, a 2.212 metros de la superficie. Pero un nuevo mapeo de la región más desconocida de nuestro planeta lo ha desbancado del primer puesto: el punto terrestre más hondo se encuentra en la Antártida. Concretamente, bajo el glaciar Denman, a 3.500 metros.
La ubicación y meteorología de la Antártida no son compatibles con la vida. Las expediciones a lo largo de la historia han sido unas cuantas, pero pocas han resultado exitosas hasta hace relativamente poco, con los avances científicos que han facilitado la travesía, y ni siquiera las que han dado sus frutos llegan al final del misterio. No es de extrañar, por tanto, que muchas de las preguntas aún sin responder de la comunidad científica vayan encontrando las ansiadas respuestas a medida que se dan nuevos hallazgos en el continente austral.
El nuevo mapeo de la Antártida se llama, en inglés, 'BedMachine Antarctic', y revela con más detalle que nunca lo que se esconde bajo el hielo. ¿Cómo? Lo que limitaba hasta ahora el descubrimiento del cañón bajo el glaciar Denman, el recién estrenado punto más profundo terrestre, era la distorsión de los radares al sobrevolar su posición.
Los expertos, no obstante, han resuelto este vacío de conocimiento con física. Calcularon con ecuaciones complejas a qué profundidad desciende el hielo, sirviéndose de datos como el ancho del glaciar y su movimiento. Con esta técnica, una puerta se abre a la investigación a partir del ahora en zonas inhóspitas de la Antártida.
El nuevo entendimiento nos lleva además a otro asunto: los efectos del calentamiento global en el continente de hielo. En los últimos años el ritmo del deshielo en la región se ha acelerado al mismo tiempo que la temperatura media mundial seguía disparándose. Concretamente, 0,8°C desde 1880, según datos de la NASA.