Su nombre en maorí, volcán dramático, refleja el grado de peligrosidad de una erupción en White Island, desde 2011 en fase de alta actividad, según los vulcanólogos. La explosión registrada el pasado 9 de diciembre en Whakaari, islote situado a menos de 50 kilómetros de la isla Note en Nueva Zelanda, se cobró la vida de entre 16 y 18 personas, la mayoría turistas de distintas partes del mundo que se encontraban muy cerca del activo cráter. Nada pudo pronosticar el incidente, los volcanes casi no dan señales y cuando se registra apenas da tiempo para reaccionar. Asimismo, MetService detectó días antes una fuerte tormenta eléctrica justo en el cielo de este islote, una correlación de sucesos que analizan por si hubiera algún vínculo entre ambos. ¿Es posible que un evento similar pueda producirse en España? Hemos preguntado a una especialista en la materia y esto es lo que nos ha contado.
Según Alicia Felpeto Rielo, del Observatorio Geofísico Central,Observatorio Geofísico Central, White Island es uno de los volcanes más activos en Nueva Zelanda y en la historia reciente ha tenido largos periodos con numerosas erupciones. "En concreto, entre 1976 y 2000 se considera el más largo proceso eruptivo y en 2011 arrancó una nueva etapa de intensa actividad, que continúa a día de hoy", asegura esta investigadora del Instituto Geográfico Nacional.
En cuanto al incidente del pasado 9 de diciembre, Felpeto considera que se trató de una explosión “relativamente pequeña y muy corta", en la que tuvo un papel muy destacado el "agua convertida en vapor sobrecalentado, que al alcanzar un determinado nivel de presión desencadenó el estallido". Según esta científica, la columna de vapor y cenizas se alzó entre tres y cuatro kilómetros de altura y cubrió de pavesa la zona central del islote volcánico.
Preguntada sobre la posibilidad de que un incidente similar suceda en alguno de los volcanes españoles, Felpeto afirma que puede producirse en cualquier zona volcánicamente activa del planeta en la que, además,"exista agua disponible en las circunstancias adecuadas como zonas costeras, sistemas hidrotermales, lagos cratéricos y acuíferos, entre otros".
Por lo tanto, también lo sería en España, sobre todo en el archipiélago español en el océano Atlántico, pero las probabilidades, apunta la experta, son "mucho más bajas" que en White Island. “En Canarias, se suceden una media aproximada de tres erupciones cada siglo y en las históricas apenas ha habido una actividad similar a la de Whakaari", subraya.
En cuanto los rayos volcánicos, Rielo apunta a que son muy comunes. "El motivo es la inyección a la atmósfera de pequeñas partículas de ceniza volcánica que generan electricidad estática debido a la fricción, roturas y otros fenómenos", advierte, y recuerda que durante una erupción también se inyecta una gran cantidad de vapor de agua que puede ascender hasta alcanzar niveles de congelación. "Estas partículas de hielo se cargan eléctricamente y contribuyen a la formación de estas descargas", enfatiza.
Las tormentas eléctricas en nubes de ceniza son conocidas como tormentas sucias (relámpagos volcánicos), fenómenos climáticos espectaculares, que han podido registrarse en erupciones recientes como la del islandés Eyjafjallajökull (2010) o el Puyeue-Cordon Caulle chileno en 2011. No obstante, en White Island la descarga eléctrica se produjo días antes de la erupción. Una concatenación entre ambos fenómenos, por ahora, no ha sido confirmada por los expertos en la materia.