La Estación Espacial Internacional encara su última década de vida, y la NASA piensa aprovecharlos al máximo. La agencia espacial ha publicado sus planes para los próximos años, antes de la destrucción de este laboratorio en órbita en 2031.
La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) es un laboratorio único que está devolviendo enormes avances científicos, educativos y tecnológicos para beneficiar a las personas en la Tierra y está permitiendo nuestra capacidad de viajar al espacio profundo. Las operaciones de la estación espacial se prolongarán hasta 2030. Hasta entonces, la NASA espera poder desarrollar una economía espacial próspera.
Para hacerlo, la NASA ha presentado un Informe de “Transición de la Estación Espacial Internacional” actualizado que detalla los objetivos para la próxima década.
“La ISS está entrando en su tercera y más productiva década como una plataforma científica innovadora en microgravedad”, dice en un comunicado Robyn Gatens, director de la Estación Espacial Internacional en la sede de la NASA.
“Esta tercera década es la de los resultados, basada en nuestra exitosa asociación global para verificar las tecnologías de exploración e investigación humana para apoyar la exploración del espacio profundo, continuar devolviendo beneficios médicos y ambientales a la humanidad y sentar las bases para un futuro comercial en la Tierra órbita baja. Esperamos maximizar estos retornos de la estación espacial hasta 2030 mientras planificamos la transición a los destinos espaciales comerciales que seguirán”, añade.
Hoy en día, con los sistemas de transporte de carga y tripulación comercial de Estados Unidos en línea, la estación está más ocupada que nunca. El Laboratorio Nacional de la ISS, responsable de utilizar el 50 por ciento de los recursos de la NASA a bordo de la estación espacial, alberga cientos de experimentos de otras agencias gubernamentales, instituciones académicas y usuarios comerciales para generar beneficios para las personas y la industria en tierra.
La NASA ha firmado un contrato para que los módulos comerciales se conecten a un puerto de acoplamiento de la estación espacial y ha otorgado acuerdos de ley espacial para el diseño de tres estaciones espaciales comerciales de vuelo libre.
“La NASA ha estado sentando las bases para esa transición desde hace algún tiempo. Por ejemplo, en diciembre de 2021, la agencia otorgó un total de $415 millones a tres empresas, Blue Origin, Nanoracks y Northrop Grumman, que están liderando los esfuerzos para construir estaciones espaciales privadas en órbita terrestre”, según Space.com. Además, recientemente la agencia llegó a un acuerdo separado con la compañía Axiom Space, que lanzará múltiples módulos a partir de fines de 2024.
La ISS pesa unas 400 toneladas, y es con diferencia el objeto más pesado creado por el hombre orbitando la Tierra. Por tanto queda descartada la posibilidad de que la atmósfera terrestre consiga desintegrarla antes de impactar en la superficie.
Para su reingreso en la Tierra en 2031, se realizarán quemas cuidadosamente sincronizadas para una salida de órbita controlada. Se prevé que sus escombros se estrellen en el Océano Pacífico sur, el destino final del a Estación Espacial Internacional tras varias décadas en funcionamiento desde su lanzamiento en 1998.