Este lunes, el biólogo Kory Evans, de la Universidad de Rice, en Texas, se encontró un isópodo en el interior de la boca de un pez que escaneaba. Se trata de un parásito que se ha estudiado con anterioridad que horroriza incluso a los investigadores. Lo llaman ‘vampiro’ porque se come la lengua de su anfitrión y después se hace pasar por este órgano. Las fotos, efectivamente, dan pavor.
El crustáceo parásito en cuestión tiene un aspecto curioso, incoloro, con unos ojos diminutos que se distinguen perfectamente en el interior de su huésped cuando abre la boca. Como nombre más técnico que ‘vampiro’ existen mordedor de lengua o piojo que come la lengua, y la especie es Cymothoa exigua. Los expertos no han encontrado nunca otro ser parásito que reemplace un órgano como hace el ‘comelenguas’.
En realidad, según explicó Stefanie Kaiser, del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera en Wellington, Nueva Zelanda, a la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, no se come exactamente la lengua como imaginamos. Lo que hace es chupar la sangre del tejido, por lo que la lengua finalmente se seca y degenera. Entonces el parásito se queda ahí y se sigue alimentando de la mucosidad secretada por el pez anfitrión.
Una pesadilla aunque quizá menor de lo que cabría pensar, puesto que el pez puede seguir su dieta habitual y, aunque suelen acabar muriendo, pueden vivir durante años con el parásito dentro. “De hecho, hay muchos ejemplos de peces que sobreviven a sus parásitos isópodos”, contaba esta investigadora, “ya que pueden permanecer adheridos al pez durante varios años, crecer a medida que el pez crece y luego desprenderse”.
Para Kory Evans, el profesor asistente en el Departamento de Biociencias de la Universidad de Rice, ha sido el primer encuentro con esta especie. Se dio cuenta de que no era la lengua del pez lábrido que escaneaba porque se trata de un animal vegetariano. Habría tenido sentido encontrar un alga en su interior, pero ¿un insecto?
Analizando, se dio cuenta de que un parásito se había hecho con su lengua y estaba ocupando su lugar. Su tuit está dando lugar a muchos comentarios de otros científicos, puesto que el Cymothoa exigua despierta mucha curiosidad y aún quedan aspectos por descubrir sobre él.
Una película de terror de 2012, 'The Bay', se inspiró en este parásito para su trama: una plaga de Cymothoa exigua en la costa de Maryland convierte a los humanos en huéspedes del parásito.