Cadenas de comida rápida, alimentos ultraprocesados o bebidas azucaradas son algunos de los culpables del aumento de la obesidad, que en muchas ocasiones se relacionan con las grandes ciudades. Sin embargo, tal y como refleja un estudio de Nature, los habitantes de las zonas rurales ganan más peso que aquellos de entornos urbanos.
La investigación, en la que se ha analizado la altura y peso de más de 112 millones de adultos de zonas rurales y urbanas entre 1975 y 2017, ha evidenciado que los mayores aumentos de peso se dan en el campo. Y es que, en los pueblos aumentó 2,1 puntos el índice de masa corporal (IMC) - peso en kilogramos dividido entre altura metros-. Por el contrario, en las ciudades el IMC de mujeres y hombres creció 1,3 y 1,6 puntos respectivamente.
No obstante, los científicos indican que en 1985 la tendencia era la contraria: los ciudadanos de las metrópolis eran más obesos que los de pueblos.
Una de las curiosidades es que, según los datos arrojados, en los países más ricos el IMC es más grande en zonas rurales desde la década de los 80, incidiendo más en mujeres.
De otro lado, las mejoras en infraestructuras, transporte y mecanización han mejorado de forma notable la calidad de vida en los países subdesarrollados. Aunque como aseveran los investigadores, estos avances han supuesto a la vez un menor movimiento físico, lo que se traduce en un aumento de la masa corporal.