Organizar bien la rutina de nuestro día a día es esencial para lograr el éxito, pero también es necesario reservar una parte de nuestra cotidianidad para el 'no tiempo', un concepto que aplicaron Steve Jobs o Albert Einstein y que, básicamente, consiste en un tiempo tranquilo en solitario cuando uno está aislado del ruido y de las demandas del mundo, "una oscuridad total que no pertenece a nadie excepto a mí", según el autor Steven Kotler.
"Las preocupaciones urgentes del día aún no han llegado, por lo que hay tiempo para ese lujo supremo: la paciencia", detalla el escritor del libro 'The Art of the Impossible', cuyo 'no tiempo' empieza a las cuatro de la madrugada, cuando comienza su sesión de escritura matutina, y termina a las 07:30, cuando el resto del mundo se despierta.
Según el autor, la neurociencia demuestra que los bloques de tiempo de tranquilidad y desconexión tienen un efecto profundo en nuestro pensamiento y creatividad, mientras que la presión "obliga al cerebro a concentrarse en los detalles, activando el hemisferio izquierdo y bloqueando la imagen más grande".
En otras palabras, el 'no tiempo' "nos ayuda a relajarnos lo suficiente como para ver el panorama general y permitir que las ideas innovadoras salgan a la superficie", según se explica en un artículo publicado en la revista Inc.
La revista también recuerda que "muchas personas increíblemente exitosas han entendido la misma verdad de forma intuitiva". Entre los ejemplos más famosos destacan el de Albert Einstein, que insistió en que muchas de sus mejores ideas se le ocurrieron mientras estaba sin hacer nada', y el Steve Jobs, que "también era un holgazán famoso".
"Por supuesto, ambos genios hicieron un trabajo increíblemente duro para hacer realidad sus ideas", matiza el artículo, subrayando que el 'no tiempo' "no es todo lo que necesitas para cambiar el mundo". Sin embargo, sí es un "ingrediente esencial" que uno no debe pasar por alto a la hora de diseñar su rutina matutina perfecta, si quiere ser "la versión más creativa y exitosa" de sí mismo, concluye.