Si todo el hielo de la Antártida llegase a derretirse provocaría una subida del nivel del mar de 58 metros, una realidad que hace saltar las alarmas para tomar acción contra el cambio climático.
Inhabitada y cubierta de hielo, así es la Antártida. Es además el continente situado más al sur de nuestro planeta y el que presenta las zonas que más rápido están registrando un aumento de las temperaturas debido al cambio climático. En la península antártica, situada justo al sur de Sudamérica, comenzaron a incrementarse a más velocidad que otros territorios del planeta a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Por eso, que el gélido continente se derritiese por completo, el hielo sería suficiente para subir el nivel del mar hasta 58 metros. Esto sería el peor desastre medioambiental al que nos podríamos enfrentar en un futuro.
“La capa de hielo antártica es la reserva de hielo terrestre más grande de la Tierra (equivalente a 57,9 metros del nivel medio global del mar) y su pérdida de hielo se está acelerando”, coincide un estudio reciente publicado en la revista Nature.
“Extensas regiones de la capa de hielo antártica están conectadas a tierra por debajo del nivel del mar y son susceptibles a inestabilidades dinámicas, que son capaces de producir una retirada muy rápida”
Con el calentamiento global limitado a 2 grados centígrados o menos, la pérdida de hielo antártico continuará a un ritmo similar al actual durante todo el siglo XXI. Sin embargo, los escenarios más consistentes con las políticas actuales (que permiten un calentamiento de 3 grados centígrados) dan un salto abrupto en el ritmo de pérdida de hielo antártico después de alrededor de 2060, afirma este estudio, liderado por Robert M. De Conto, autor principal del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).