Algunos mosquitos están desarrollando resistencia a la última arma contra la malaria
La clotianidina fue aprobada en 2018 e iba a generalizarse en los hogares africanos
En muestras de A. gambiae sobrevivieron hasta el 55% de los mosquitos
En 2018 murieron más de 380.000 personas en África por malaria
Un insecticida a punto de generalizarse en los hogares de África para combatir los mosquitos portadores de la malaria podría no ser efectivo después de todo. La Organización Mundial de la Salud aprobó su uso en 2018 tras demostrar su capacidad para matar a los vectores de la enfermedad, pero un estudio acaba de descubrir que algunos de ellos están desarrollando resistencia.
La malaria todavía mataba a más de 380.000 personas en África en 2018, una cifra mucho menor a los años anteriores, pero aún preocupante. El arma definitiva contra la enfermedad parecía ser la clotianidina, utilizada tradicionalmente en agricultura contra las plagas.
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Desde 2018, muchos países africanos han estado preparando planes para rociar las paredes de las casas con el plaguicida, según publica revista científica 'Science'.
Resistencia a la clotianidina en el 45 % de mosquitos
Recientemente, un grupo de científicos del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de Camerún (CRID) tomó muestras de mosquitos portadores de malaria en áreas rurales y urbanas alrededor de Yaundé, la capital. “En un ensayo de susceptibilidad estándar, la exposición a clotianidina durante 1 hora mató al 100% de Anopheles coluzzii. Pero en algunas muestras de A. gambiae sobrevivieron hasta el 55% de los mosquitos”, según una publicación en ‘bioRxiv’.
Corine Ngufor, entomóloga médica de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dice que este parece ser el primer informe de una clara resistencia a la clotianidina en insectos portadores de malaria. “Puede propagarse muy rápidamente y hacer que esta nueva clase de insecticida sea casi inútil para el control del vector de la malaria en unos pocos años”, advierte.
Mitad de mortalidad en las últimas dos décadas
La mortalidad por malaria se ha reducido a la mitad en las últimas dos décadas principalmente gracias a las mosquiteras con insecticidas y a la fumigación en interiores. Estos programas usaban insecticidas de cuatro clases, relata ‘Science’, pero dependían en gran medida de los piretroides porque son baratos y no tóxicos para los mamíferos.
Para combatir el aumento de mosquitos resistentes a los piretroides, la OMS agregó la clotianidina para fumigación en interiores.
El hallazgo de Camerún no sorprende a la empresa alemana de ciencias biológicas Bayer AG, que fabrica una de las dos formulaciones de clotianidina que los programas de malaria están considerando para la fumigación en interiores. Para frustrar, o al menos ralentizar, la resistencia, Bayer dice estar desarrollando nuevas fórmulas.