La nave Chang'e 5 ha protagonizado la misión más ambiciosa hasta el momento de China. Ha durado 23 días, en los que ha viajado a la Luna, donde ha aterrizado para coger muestras de su superficie, algo que no se realiza desde hacía 40 años. Pero su objetivo no es solo aprender sobre nuestro satélite, también se han transportado semillas de la Tierra al espacio para llevar a cabo curioso experimento.
La misión china Chang'e-5 despegaba el 24 de noviembre ante la expectante mirada del mundo y ha aterrizado en la Tierra este 16 de diciembre a las 17.59 UTC, en el área planificada de Siziwang Banner, Mongolia Interior. La hazaña de Agencia Espacial China hasta hoy. El resultado ha sido todo un éxito, aunque todavía no ha llegado a su fin. Ahora será el momento de analizar las muestras traídas de la Luna y las semillas de arroz, orquídeas, alfalfa y avena que han viajado ida y vuelta con la sonda.
Aunque hace muchos años que los humanos llegamos a la Luna, el aterrizaje sigue siendo un enorme reto en la actualidad. No olvidemos que más de un tercio de los rovers que han intentado hacerlo se han estrellado fracasando. La ausencia de atmósfera que frene a las naves espaciales no ayuda en el aterrizaje.
China no es el único país que lo ha conseguido, y tampoco es la primera vez que lo hace. En 2013 puso su rover Yutu en la Luna y antes había mandado orbitadores. Previamente, lo habían hecho Estados Unidos, la Unión Soviética y los asiático Japón, con su sonda Hiten, e India, aunque en su intento de aterrizar en el polo sur lunar la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) perdió contacto con la nave. También Israel lo intentó pero su rover Beresheet (traducido Génesis) finalmente no realizó el alunizaje.
El lugar elegido esta vez pro China ha sido el norte del Mons Rumker en Oceanus Procellarum, también conocido como el Océano de las Tormentas, en el lado cercano de la Luna, informa Europa Press.
Además de estas muestras, los científicos chinos esperan otro paquete del viaje espacial: una variedad de semillas de plantas que pueden traer mayores cosechas. Según la Space Breeding Innovation Alliance, citada por Xinhua, su programa de reproducción espacial era parte de la carga útil.
Las semillas, que incluyen arroz, orquídeas, alfalfa y avena, se embarcaron en el viaje de ida y vuelta a la Luna el 24 de noviembre cuando se lanzó la sonda. El cultivo espacial en China comenzó en la década de 1980. Después de estar expuestas a la radiación cósmica y la gravedad cero, algunas semillas pueden mutar y producir mayores rendimientos y una mejor calidad cuando se vuelven a plantar en la Tierra, dicen los científicos.
Con el desarrollo del programa espacial de China, los investigadores del Instituto de Ciencias Farmacéuticas y Ganaderas de Lanzhou han estado buscando semillas de forraje de calidad con nuevas tecnologías espaciales, con la esperanza de reducir la dependencia de China de las importaciones.
Desde 2009, el instituto ha enviado 38 lotes de semillas de nueve tipos de forrajes al espacio en siete viajes, incluidas tres naves espaciales de la serie Shenzhou, el laboratorio espacial Tiangong-1, el satélite recuperable Shijian-10 y la nave espacial tripulada de nueva generación y Chang '. Sonda e-5. El instituto ha cultivado Alfalfa Zhongtian No. 1, que se cultiva ampliamente en el norte de China.
Los investigadores dicen que no es posible predecir si las semillas enviadas al espacio eventualmente mutarán o cómo lo harán. La respuesta solo se revela cuando regresan a la Tierra para plantarlas y seguir con su cultivo.