Las lágrimas azules de los mares de China cautivan a los turistas. Imágenes vía satélite tomadas durante las últimas dos décadas muestran que los microorganismos tóxicos bioluminiscentes son responsables de los brillantes mares azules de China son cada vez más abundantes. La deslumbrante luz azul del mar brilla, a menudo llamada "lágrimas azules", pueden verse en la oscuridad en muchas de las orillas de China.
Las Noctiluca scintillans contribuyen a que se generen mareas rojas (una proliferación de algas letales que son tóxicas para la vida marina). El exceso de algas también puede hacer que el agua se quede sin oxígeno, creando peligrosas áreas muertas. Sin embargo, al mismo tiempo, las RNS son importantes para los ecosistemas oceánicos, ya que se alimentan de otros tipos de fitoplancton y zooplancton.
El estudio, dirigido por Lin Qi, un oceanógrafo de la Universidad de Sun Yat-Sen en China, ha sido el primero en utilizar satélites para rastrear las floraciones de RNS. Como muestra el estudio, estos microorganismos pueden encontrarse más lejos de la costa y en aguas más cálidas de lo que se pensaba. Los centelleantes rojos de Noctiluca normalmente residen en aguas alrededor de 20 a 25 ºC, pero el nuevo estudio los encontró en aguas cálidas de 28 ºC.
"La gente piensa que esto es romántico y hermoso de ver de noche", confiesa a WordsSideKick.com Chanmin Hu, oceanógrafo de la Universidad del Sur de Florida. El fenómeno de las lágrimas azules puede envenenar la vida marina, desde peces hasta tortugas marinas. La floración puede incluso enfermar a los humanos, confiesa Hu. Los dinoflagelados en realidad no son tóxicos en sí mismos , hasta que comienzan a devorar. Las algas tóxicas son su alimento preferido y, mientras comen, liberan amoníaco y otras sustancias químicas que envenenan el agua que las rodea. No solo eso, sino que estas criaturas respiran oxígeno hasta que no queda nada en las aguas circundantes. "El oxígeno en el agua es tan bajo que muchos animales pueden morir", confirma Hu.
Para el estudio, los científicos observaron cerca de 1.000 imágenes del Mar de China Oriental capturadas por los satélites Terra y Aqua de la NASA y la Estación Espacial Internacional desde el año 2000 hasta el 2017. A partir de estas imágenes, los investigadores pudieron detectar las distintivas floraciones de RNS rojas, distinguiéndolas de otras especies de algas.