Cientos de muertos y más de 180 incendios forestales se han confirmado en Canadá desde que una ola de calor con cerca de 50 grados se convirtió en la pesadilla de la Columbia Británica. Pero las consecuencias no se quedan ahí: miles de almejas, mejillones, estrellas de mar y caracoles han aparecido hervidos en una playa de Vancouver.
El olor a mar ha sido sustituido por el olor a descomposición en la playa Kitsilano, en Vancouver. No está claro cuándo ha ocurrido. Una de las primeras personas en toparse con la trágica escena del marisco cocido fue Chris Harley, biólogo marino de la Universidad de Columbia Británica, el pasado domingo.
Cada vez llegan reportes de más playas que han sufrido una devastación similar, no solo en Canadá. En los criaderos de almejas de Hama Hama en Lilliwaup, Washington, el administrador de la granja asegura que eventos como proliferaciones de algas, acidificación del océano o esta ola de calor solían ocurrir cada 100 años, y ahora lo hacen de manera constante.
Los mejillones resisten bastante bien el calor, también los percebes. Pero las temperaturas llegaron a exceder los 40 grados en las aguas de estos maricos y estrellas de mar, un valor insoportable para estas especies.
El biólogo Chris Harley insiste además en las consecuencias de las consecuencias. El calor ha llevado a la muerte a miles de animales marinos, y ahora estas muertes afectarán a la calidad del agua. Los mejillones y almejas ayudan a filtrar el agua del mar, algo fundamental para que los rayos del sol lleguen hasta las profundidades, donde la hierba marina requiere de luz para sobrevivir. El desequilibrio será total.
Peces de roca y anémonas probablemente morirán en masa, desplazando a las especies dependientes de ellos. Además, el área afectada ha sido vastísima, desde Canadá hasta Seattle, al menos, donde el mar de Salish probablemente sea una víctima.
La industria pesquera está cada vez más desesperada. Ya en 2019, una ola de calor marina apodada ‘The Blob’ afectó al Pacífico oriental y resultó en la mayor extinción de mejillones en Bodega Head, una bahía en la costa de California.
La ola de calor provocó récords de temperatura durante tres días seguidos en Lytton, en la Columbia Británica, alcanzando un máximo de 49,6 ºC que desembocó en incendios que obligaron a evacuar esta localidad. "Toda la ciudad está en llamas", lamentó el alcalde la semana pasada. También en los estados de EEUU de Washington y Oregón se han superado los récords anteriores de temperatura máxima. El verano tendrá un enorme coste medioambiental este año.