Hace un par de meses el Mar Menor se colocó en el centro de todos los focos cuando miles de peces y moluscos se asfixiaron a orillas de la laguna. El agotamiento del oxígeno en el agua se debió entre otras cosas a excesos de la urbanización y la agricultura, y al vertido de residuos contaminantes –no a las lluvias, como quiso hacerse creer–. Tras el episodio más grave que se recuerda, las medidas llegan por fin: un decreto ley de Protección Integral del Mar Menor regulará a partir de ahora las actividades que dañan esta joya del Mediterráneo.
La ley que limitará la agricultura, ganadería, pesca, turismo y la urbanización en el entorno de la laguna ha llevado lustros de demandas y estudios detallados. El deterioro del Mar Menor, con la consecuente proliferación de algas y plancton que lo han convertido progresivamente en la bautizada ‘sopa verde’ que es ahora, viene de lejos.
La Confederación Hidrográfica del Segura y Ecologistas en Acción han enumerado en más de una ocasión las sustancias que estaban haciendo sus aguas irrespirables, como las toneladas de nitratos y fosfatos que se encontraron allá por el 2010 provenientes de los vertidos.
El texto recién aprobado prohíbe a menos de 500 metros del límite interior de la ribera del Mar Menor el uso de fertilizantes, estiércoles y abonado vegetal, y "promoverá la progresiva transformación de la actividad agrícola" de acuerdo con el siguiente orden de preferencias: "Cultivos de secano, agricultura ecológica de regadío, adopción de sistemas de cultivo en superficie confinada con recirculación de nutrientes y agricultura sostenible de precisión", enuncia el decreto publicado en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).
En su mayoría, la ley apunta a paliar la contaminación proveniente de la agricultura, por lo que fomentará a su vez la implantación de las técnicas de rotación de los cultivos y vetará "establecer más de dos ciclos de cultivo anuales en una misma parcela agrícola", con algunas excepciones.
Para evitar tragedias como consecuencia de las lluvias torrenciales causadas por las famosas 'gota frías', se creará un "corredor ecológico alrededor del Mar Menor con objeto de actuar de filtro natural ecosostenible, y de función retenedora de agua", explica.
Asimismo, se detallan una serie de requisitos para los nuevos desarrollos urbanísticos, entre los que destaca la obligada "evacuación de aguas mediante redes separativas de pluviales y residuales, estableciendo sistemas de reutilización de aguas pluviales (economía circular)", con el propósito de mitigar los vertidos provenientes de aguas residuales.
Las sanciones por incumplimiento serán de hasta 500.000 euros, según ha afirmado la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.
*Imagen: SOS Mar Menor