Los niños no son los únicos que echan de menos jugar en el parque, también los perros lo están pasando realmente. Salen a la calle, lo ven, se preparan para corretear como siempre, pero se quedan con las ganas. Y para colmo no hay cómo explicárselo. Esto le pasó precisamente hace poco a Luis con su perro. Más de 15.000 personas han compartido su tuit en el que parece decirle con los ojos "por qué no podemos entrar".
"Murphy empieza a llevar regular el cierre de parques. No entiende nada". Desde luego, después de más de un mes confinados, entendemos la frustración de Murphy. Su parque favorito es el Federico García Lorca, en Granada, donde para colmo ese día hacía bueno.
Sol radiante, paseo, "me he portado bien" y… ¿Qué ha pasado? La verja echada, ni un alma por la calle y mi dueño que no me abre. Los parques se cerraron hace ya cinco semanas, y en las zonas urbanas nuestros perros echan de menos sentirse libres.
La norma dice que el paseo tiene que ser moderado. La distancia a la que podemos alejarnos de casa varía según la Comunidad Autónoma y, lo que sí es indispensable, es que llevemos siempre el DNI con nosotros para poder demostrar dónde vivimos en caso de que nos pregunte la policía.
Con suerte, Murphy (y todos nosotros) volveremos a pasear sin limitaciones dentro de muy poquito.