El lince ibérico es una de las especies endémicas de nuestro país y el felino más amenazado del planeta. Por eso, cada vez que una hembra trae al mundo nuevos cachorros la noticia es un soplo de esperanza, lo cual ocurre cada vez más frecuentemente gracias al Programa de Conservación Ex-situ. Ahora, además, las imágenes de las cámaras que se utilizan para comprobar que todo marcha bien están abiertas al público, por lo que aquellos que los deseen pueden observar de cerca los primeros días de vida de las crías desde casa.
La cuarentena pesa en las espaldas, lo sabemos, pero entre las malas noticias del día a día estos días se ha colado una muy, muy buena: ocho nuevas crías han nacido en el centro de conservación El Acebuche que se encuentra en Doñana. Las hembras Nota, Nársil y Gitanilla han dado a luz entre el 26 y el 30 de marzo, y se recuperan ahora del parto sin separarse de sus cachorritos.
Con la ayuda los expertos del Leibnitz Institute for Zoo and Wildlife Reasearch de Berlín, el parque de Doñana, en Huelva, detecta si una hembra está embarazada midiendo los niveles de prostaglandina en las heces. Esto permite al personal comprobar que todo va bien pasados los 63-66 días de gestación.
Para ello, se ayudan de cámaras de vigilancia que emiten en directo imágenes a las que tiene acceso quien lo desee. De esta manera, el Programa de Conservación Lynx ex-situ busca no solo proteger el hábitat de este animal, sino contribuir además a que prosperen las crías.
Estos días la asociación ha ido informando del progreso de una de las hembras, Nota, que dio a luz dos días antes de lo esperado. Dado que el periodo de gestación en los linces ibéricos no es muy largo, esto supone una anticipación preocupante, ya que los últimos días del embarazo son fundamentales para que las crías terminen de desarrollarse.
"El jueves 2 de abril se detectó a primera hora de la mañana que uno de los cachorros mostraba muy poca actividad, comprobando unas horas más tarde que había fallecido", ha publicado este lunes Lynx ex-situ. A las pocas horas, moría el segundo cachorro. Una pérdida que se da casi todas las veces que un lince nace prematuramente. En estos casos, el programa decide no intervenir por “los inconvenientes de realizar una posible extracción invasiva de la camada”, explica.
Por suerte, en el caso del tercer bebé de Nota consiguieron retirar momentáneamente a la cría de la paridera para realizar un chequeo en quirófano, y tras comprobar que se encontraba en buen estado fue devuelto con su madre, que actualmente cuida del pequeño como puede apreciarse en las imágenes de las cámaras de vigilancia.