Este es WISA Woodsat, un pequeño satélite de madera que se está preparando para su aventura cósmica. A finales de este año, si todo sale según lo previsto, se convertirá en el primero fabricado con este material en surcar el espacio, lo cual servirá para contestar a una pregunta que se hacen los científicos: ¿resistirá a las duras condiciones de la galaxia?
Se lo habíamos escuchado a la compañía japonesa Sumitomo Forestry, que también está desarrollando un satélite de madera con la ayuda de la Universidad de Kioto. Pero no serán los japoneses los primeros en probar esta maquinaria en el espacio, sino la empresa finlandesa Arctic Astronautics.
La compañía lanzará su WISA Woodsat desde la península de Mahia, en Nueva Zelanda, a través de un cohete Electron, que lo propulsará a una órbita de más de 500 km de altitud. Será en noviembre de 2021, según lo previsto.
“La misión del satélite es probar la aplicabilidad de materiales de madera, especialmente madera contrachapada WISA-Birch en estructuras de naves espaciales y exponerlos a condiciones espaciales extremas, como calor, frío, vacío y radiación, durante un período prolongado de tiempo”, informan sus creadores a través de la web del proyecto.
"Las únicas partes externas que no son de madera de Woodsat son los rieles de aluminio de las esquinas que se usan para su despliegue en el espacio más un palo de metal para selfies", informan desde la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), que también participa en la iniciativa. Su tamaño es muy reducido (10x10x10 cm), como podemos apreciar en la siguiente imagen.
"Siempre me ha gustado hacer modelos de aviones, con muchas piezas de madera. Habiendo trabajado en el campo de la educación espacial, esto me hizo preguntarme; ¿Por qué no volamos ningún material de madera en el espacio?", ha dicho el impulsor de Arctic Astronautics, Jari Makinen.
Un modelo de prueba del WISA Woodsat realizó con éxito un vuelo de prueba estratosférico el sábado 12 de junio de 2021 desde el Centro de Ciencias Heureka en Vantaa, Finlandia, informan desde la compañía. El objetivo principal de este breve vuelo era utilizar los sistemas y equipos de cámara del satélite en condiciones similares a las del espacio.
El satélite aterrizó después de manera segura en un bosque. “El ‘palo para selfies’ estuvo abierto desde el inicio del vuelo, y el satélite tomó fotos automáticamente cada 30 segundos más las imágenes adicionales que fueron comandadas desde la estación terrestre”, comunican.
En estas imágenes que se retransmitieron en directo podemos ver cómo explotó el globo antes de aterrizar sobre un gran abeto cerda del lago finlandés de Hahmajärvi.