Una jirafa hembra y su bebé son las dos última de una manada de nueve que han tenido que ser rescatadas de una isla remota que se hundía. Era cuestión de tiempo que el agua se tragase esta tierra en medio del lago Baringo, en Kenia, lo que impulsó una operación para rescatar a esta especie en peligro de extinción cuyo hábitat se ve cada vez más reducido.
Varias organizaciones, entre ellas Kenya Wildlife Service y Save Giraffes Now (SGN) han logrado rescatar al fin a las nueve jirafas de Rothschild que vivían en la isla de Longicharo, que poco a poco iba perdiendo la batalla contra el nivel del agua del lago Baringo.
Los últimos en tomar el bote hacia su nuevo hogar seguro fueron la pequeña Noelle, una cría jirafa nacida en Navidad, y su madre, Ngarikoni, debido al cuidado adicional que se necesitaba para mover una jirafa tan joven. “El alivio y la euforia emanaron del equipo de rescate cuando la pequeña Noelle bajó con confianza de la barcaza hecha a medida y se dirigió a tierra firme, seguida por su madre, lo que marcó la conclusión exitosa de este ambicioso rescate”, dice SGN en un comunicado.
La operación no ha sido tarea fácil. Ha llevado nada más y nada menos que 15 meses, en los que la barcaza bautizada ‘GiRaft’ ha ido trasladando a las jirafas a un santuario en tierra firme de casi 18.000 hectáreas. El santuario se ha construido como parte del proyecto.
La barca se ha fabricado a base de acero específicamente para transportar jirafas altas y pesadas. Para conseguir que flotase, se añadieron 60 tambores vacíos y lados reforzados.
Pero lo complicado no era solo fabricar la barca y el santuario, para montar a las jirafas a bordo primero hubo que acostumbrarlas, lo cual consiguieron los voluntarios con chuches como hojas de acacia y mangos… Y mucha paciencia.
"Con las jirafas en extinción silenciosa, todos los que podamos proteger son importantes, por lo que este rescate es un paso importante para apoyar la supervivencia de esta especie", dice en el comunicado David O'Connor, presidente de Save Giraffes Now.
La jirafa de Rothschild es una subespecie cada vez menor de la jirafa del norte que una vez vagó por todo el oeste del Valle del Rift en Kenia y Uganda. Hoy en día, quedan menos de 3.000 en África, y sólo unos 800 en Kenia.
La isla del lago Baringo ha sido una esperanza para la especie desde 2011, cuando el Servicio de Vida Silvestre de Kenia otorgó permiso para que ocho jirafas de Rothschild fueran trasladadas para una iniciativa de conservación. Pero los niveles de agua del lago han estado aumentando durante algún tiempo, hasta que en 2020 se inundaron casas y negocios a orillas del lago y la vida del pequeño grupo de jirafas de Rothschild en la isla Longicharo se vio amenazada.