En plena pandemia global de coronavirus, Suzan Murray, directora del Programa de Salud Global del Instituto Smithsoniano, presentó un informe en el que ella y su equipo llevaban trabajando una década. Gracias a sus investigaciones, han detectado un total de más de 1.200 virus provenientes de animales salvajes. 161 de ellos provienen de la misma familia que la COVID-19.
En sus estudios han podido comprobar que, según pasan los años, cada vez es más frecuente el traspaso de virus de animales a personas. La iniciativa recibe el nombre de Predict y se fundó en 2009 con el objetivo de dar con nuevas enfermedades zoonóticas antes de que se transmitieran a los humanos. En ella, el Instituto Smithsoniano trabaja mano a mano con la Universidad de California investigando cuáles pueden ser los virus que nos afecten en un futuro.
De acuerdo a la publicación del Zoológico Nacional y el Instituto de Conservación Biológica del Smithsonian, Predict habría descubierto seis nuevos coronavirus en sus trabajos con murciélagos: "Calculamos que existen 1,7 millones de virus desconocidos, la mitad podrían infectar a las personas y algunos podrían llevar a nuevas pandemias", añadió Murray.
Para llevar a cabo sus estudios, Predict utiliza varios métodos. Uno de ellos consiste en el análisis a través de murciélagos, según contó CNN. Esperan a que caiga la noche. Cuando empiezan a salir en busca de comida, los atrapan. Para extraerles muestras de sangre les duermen con un anestésico. "También recogemos sus excrementos", explican.
Pero la clave está en realizar el mismo estudio en diferentes partes del mundo. "Hemos recogido más de 15.000 muestras de murciélagos, que nos llevó a la identificación de 500 nuevos coronavirus".
Una vez se adquieren las pruebas, se estudian en laboratorios para comprobar si, en efecto, se tratan de nuevos virus desconocidos hasta el momento: "Se considera que un virus es nuevo si más del 20% de su ADN es diferente a otros conocidos", explicó la investigadora Supaporn Watcharaprueksadee a la CNN.
Su meta es, principalmente, "determinar qué virus tienen mayor probabilidad de pasar a los humanos y clasificarlos según su perfil de riesgo", apuntó Murray. Todo en vistas a "la prevención de esos virus de alto riesgo".
"En algunas partes de Kenia les hemos enseñado a las personas a tapar los huecos en los techos de sus hogares para prevenir el ingreso de los murciélagos, o les hemos enseñado a hervir la leche de camello antes de beberla", comenta Zimmerman, del Smithsonian.
Entre los hallazgos del Instituto Smithsoniano, destaca el estudio finalizado el pasado mes de abril en el que dieron con la existencia de seis nuevos coronavirus. "Estudios futuros evaluarán el potencial de transmisión entre especies para establecer los peligros para los humanos". Todos ellos fueron hallados a partir de estudios con murciélagos.
"Una pandemia viral nos recuerda hasta qué punto la salud humana está conectada con la salud de la vida silvestre y el medio ambiente", afirmó Marc Valitutto, autor del estudio. "En todo el mundo los humanos interactuamos con la vida silvestre cada vez con más frecuencia. Cuanto más entendamos sobre estos virus en los animales, mejores posibilidades tendremos de reducir su potencial epidémico", explicó.
"Puede que muchos coronavirus no presenten un riesgo para las personas, pero cuando identificamos estas enfermedades en animales de manera temprana, tenemos una oportunidad valiosa de investigar la amenaza potencial”, concluyó Murray. "La vigilancia atenta, la investigación y la educación son las mejores herramientas que tenemos para prevenir las pandemias antes de que ocurran".