El riesgo de inundaciones en España podría aumentar un 25 % en los próximos 50 años, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), a partir de mapas para pronosticar futuros impactos climáticos en función de distintos escenarios de emisiones de CO2.
“El cambio climático es un hecho. Los datos lo demuestran, y solo mediante su análisis conseguiremos medir su impacto y tomar decisiones que nos ayuden a combatirlo eficazmente”, destaca Ángeles Villaescusa, directora general en España de la compañía Esri especializada en mapas "inteligentes" para elaborar predicciones.
Este tipo de mapas -que relacionan todo tipo de variables en tiempo real y permiten organizar y modelizar grandes cantidades de datos procedentes del mundo real y vincularlos a una referencia espacial para hacer previsiones- se basan en dos escenarios climáticos de bajas y altas emisiones de gases de efecto invernadero en los que se comparan los períodos de 2041-2070 y de 1981-2010, junto con modelos climáticos e indicadores ya publicados.
De acuerdo a los datos incluidos en un nuevo portal de la Agencia Europea del Medio Ambiente sobre impacto climático, en el sur de Europa las sequías extremas serán previsiblemente más frecuentes y además aumentarán en Europa central y occidental, aunque podrían reducirse en algunas regiones limitadas del norte del continente.
El número de personas expuestas a inundaciones costeras podría pasar de 102.000 a 3,65 millones, y las pérdidas anuales para las 17 principales ciudades costeras europeas, entre ellas Barcelona, podrían alcanzar los 1.000 millones de euros en 2030 en un escenario de altas emisiones.
España y Portugal son los países europeos más castigados por las sequías, lo que significa que el riesgo de desertificación podría aumentar en todas las regiones de la península ibérica, según las predicciones.
En el caso de España, el litoral norte podría aumentar hasta el 40 % el riesgo de incendios forestales para final de siglo en comunidades autónomas como Galicia, País Vasco o Asturias, en el caso del escenario de más altas emisiones, mientras que en el de menos, el incremento sería de entre el 11 y el 20 %.
Como reflejan los mapas, en un escenario de bajas emisiones, las costas europeas elevarían de media el nivel del mar entre 0,2 y 0,4 metros, exceptuando el norte del Mar Báltico y la costa del Atlántico norte, que están experimentando un aumento considerable de la tierra debido al rebote post-glacial.
Si las costas europeas no se adaptan al cambio climático, las pérdidas anuales estimadas en las 17 principales ciudades costeras de los países de la Unión Europea podrían alcanzar los mil millones de euros en 2030 y 31.000 millones en 2100, en el caso del escenario de altas emisiones.
Se prevé que el número anual de personas expuestas a inundaciones costeras aumente de 102.000 en la actualidad a entre 1,52 y 3,65 millones si se continúa con las mismas infraestructuras contra inundaciones.