Un incendio forestal ha devastado un área de al menos 300 hectáreas en una zona protegida de León. El fuego está dañando el hábitat del urogallo cantábrico, una especie de ave en peligro de extinción que podrá ver comprometida su conservación.
El incendio amenaza desde el lunes una importante zona protegida de Omaña, hogar del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría “En peligro de extinción”.
Esta región protegida de Fasgar, en el municipio de Murias de Paredes (León), ha quemado 300 hectáreas de Zepa (zona de especial protección de aves) y LIC (lugar de interés comunitario), y ha estado a punto de alcanzar las casas del pueblo, según publica el Diario de León.
La primera brigada antiincendios de la Junta de Castilla y León, junto a la de Riello se enfrenta a las llamas que, sospechan, fueron provocadas. La Junta Vecinal de Fasgar participó en las labores de extinción hasta que llegó la ayuda. Según las últimas informaciones, al menos tres helicópteros habrían intentado atajar el incendio por el aire.
Fuentes de la Junta confirman que en la mañana de este miércoles el incendio se ha dado finalmente por controlado.
El urogallo cantábrico se distribuye actualmente en un área inferior a 2.000 kilómetros cuadrados en la cordillera Cantábrica. Su población está en continuo declive desde hace décadas, con una disminución de entre el 25% y el 50% en los últimos 15 años, y los últimos datos estiman una población adulta de unos 500 individuos, según el proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico.
La aprobación del "Programa de acciones urgentes para la conservación del urogallo (Tetrao urogallus cantabricus) y su hábitat en la cordillera Cantábrica" en 2004 han llevado a la adopción de planes y medidas de conservación autonómicos. Se busca restaurar y mejorar el hábitat de esta ave en peligro de extinción, favoreciendo la regeneración del arándano (Vaccinum myrtillus) y del acebo (Ilex aquifolium) como especies clave para el urogallo cantábrico, la reforestación de corredores de comunicación para asegurar la conectividad entre núcleos de población, y la señalización y corrección de infraestructuras peligrosas para la subespecie.
El incendio actual en Fasgar pone en riesgo todos los esfuerzos de mejora del hábitat para la conservación del urogallo cantábrico.
El año no ha comenzado bien en España en lo que a incendios forestales se refiere. Enero termina con 4.040 hectáreas de superficie quemada, unas seis veces más que hace un año.
En Castilla y León, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha declarado peligro medio de incendios forestales en toda la comunidad autónoma desde el 4 de febrero hasta, al menos el jueves 10. El riesgo se debe a las condiciones meteorológicas y a actividades habituales en esta época como la quema del matorral para generación de pastos, limpieza de montes, o manejo del combustible vegetal.