El lobo ibérico (Canis lupus) ha quedado incluido en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE) desde este martes, 21 de septiembre. De este modo, su caza ha quedado prohibida en toda España por ley. ¿Qué otras especies están protegidos en nuestro país?
Cuando una especie es incluida en el LESPRE, no solo queda prohibida su caza, también su tenencia, captura o venta. Se protegen atendiendo a criterios ecológicos y biológicos a través de leyes, convenios y tratados internacionales, ya sea por su rareza, su valor científico, medioambiental o cultural, o por su grado de amenaza.
Los animales (como las plantas) incluidos en la lista de especies protegidas, se clasifican en: “peligro de extinción”, cuando se trata de poblaciones cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de su actual situación siguen actuando, y “vulnerable”, cuando corren el riesgo de pasar a “en peligro de extinción” en un futuro inmediato si no se aplican medidas. En la segunda categoría se enmarcarían las poblaciones de lobo ibérico.
La población de lince ibérico se ha multiplicado por más de 10 en dos décadas en España, pero siguen estando en peligro de extinción. Es una de las especies endémicas de la península ibérica, y un icono de nuestro país. A principios del siglo XXI estuvo en peligro crítico de extinción, por lo que se incrementaron los esfuerzos para su protección.
En 2002 tan solo se pudieron contar 84 individuos. Para 2013, se calculó que había algo más de 300 individuos, y a día de hoy superan ya los 800. Su conservación se ha centrado especialmente en áreas protegidas de Montes de Toledo, Doñana, la Sierra de Andújar, el Parque natural de la Sierra de Cardeña y Montoro en Córdoba, la Sierra de Cazorla, así como Extremadura y Portugal (Parque natural del Valle del Guadiana).
La foca monje se encuentra catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como "En peligro crítico de extinción". Por ello, toda su área de distribución se encuentra protegida a través de numerosas leyes nacionales y tratados regionales e internacionales, así como sus crías y cuevas de reposo, y se han creado centro de recuperación de individuos enfermos y heridos, en particular los cachorros.
Se distribuye sobre todo en las islas del mar Jónico y el mar Egeo, así como en las costas de Turquía, Albania, Croacia y Grecia. También existen poblaciones en el mediterráneo occidental, en Argelia y Marruecos y, en el Atlántico Norte en Cabo Blanco entre Mauritania y el Sahara occidental y, en Madeira.
El oso pardo cantábrico, Ursus arctos, se extiende por la Cordillera Cantábrica, desde los Ancares de Lugo en Galicia hasta el occidente de Cantabria. Su población se encuentra repartida en dos núcleos: el occidental, que presenta una tendencia poblacional positiva en los últimos años; y el oriental, con un censo más reducido.
Asimismo, los osos se han ido recuperando lentamente en los Pirineos españoles y franceses desde que se trazó una estrategia para su protección en los años 90, y alcanza en esta cordillera hoy los 64 ejemplares. No obstante el animal sigue estando catalogado como especie "En Peligro de Extinción" por su vulnerabilidad.
Las aves son los vertebrados más amenazados en nuestro país, con 301 especies en régimen de protección especial. Con una envergadura de hasta 170 centímetros, esta ave rapaz de tonos rojizos se ha ido apagando en nuestro país, donde está catalogada como “en peligro de extinción”, mientras que en la Unión Europeo se considera “casi amenazada”.
Recientemente, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha intensificado sus esfuerzos en Andalucía para el seguimiento y conservación del milano real o águila horquetera, ahora considerada además una especie prioritaria, ya que se trata de la única rapaz genuinamente endémica del continente europeo.
Otra especie de ave, en este caso de buitre, que se incluye en la lista de animales protegidos es el quebrantahuesos. Puede llegar a tener una envergadura de hasta 2 metros y medio, y requiere grandes sistemas montañosos, abruptos y con cavidades, cuevas y cantiles donde nidificar. Se alimenta principalmente de carcasas de huesos de mamíferos, de ahí su nombre.
El año pasado, por primera vez, el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) contabilizó también a los ejemplares errantes de quebrantahuesos en los Pirineos, lo cual hizo que sumasen mil individuos aproximadamente. La población de quebrantahuesos del Pirineo es la única que queda salvaje en España. En Andalucía se encuentran tres parejas por programas de reintroducción, y en Picos de Europa anida otra.
Otras aves protegidas en España son el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii), la focha cornuda (Fulica cristata), el pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla teydea polatzeki), el el turnícido o torillo (Turnix sylvatica), el fumarel común (Chlidonias niger), la avutarda hubara (Chlamydotis undulata) o el alcaudón chico (Lanius minor).
De ellas, 249 se incluyen en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y 21 especies de aves se encuentran en peligro de extinción en España.
Asimismo, están protegidas la tortuga mora (Testudo graeca graeca), la tortuga laúd (Dermochelys coriácea), la lagartija batueca (Iberolacerta martinezricai) y el lagarto ágil (Lacerta agilis), entre los 15 reptiles considerados “vulnerables” o “en peligro de extinción”.
De las especies más icónicas de mamíferos que se encuentran amenazadas, además de las mencionadas, son el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) y la ballena vasca (Eubalaena glacialis).