El volcán Fagradalsfjall no muy lejos de Reikiavik, la capital islandesa, lleva varias semanas escupiendo lava. El resplandor incandescente se mezcla con la nieve ante la mirada de los testigos más atrevidos en esta imagen que ha captado con la ayuda de un dron el fotógrafo Arnar Kristjansson. También ha grabado un hipnótico vídeo desde las alturas.
"Tuve suerte, la lava comenzó a fluir justo cuando encendí el dron", responde Kristjansson a un comentario halagando su imagen en Instagram.
El volcán despertó tras un enjambre sísmico que se produjo en las ‘grietas’ del sur del país. Miles de terremotos sacudieron durante noches y noches la zona de Reykjanes hasta que se cocinó lo que temían las autoridades: una erupción que enrojeció el cielo y creó ríos de lava ardiente.
Esto ha atraído a los turistas más curiosos, que incluso se atreven a cocinar unos perritos caliente acercando su mano a las brasas. El olor a azufre, aseguran, es bastante fuerte. Por suerte eso no ha frenado a Kristjansson para tomar unas imágenes únicas. Esta es otra de las instantáneas impresionantes que ha capturado.