En Europa preocupan las consecuencias del consumo de pornografía a edades cada vez más tempranas. De hecho, en nuestro país ya están trabajando en la manera de limitar el acceso de los menores al porno. Se han estudiado varias fórmulas: la primera de ellas es introducir los datos de una tarjeta de crédito que ya acredita la mayoría de edad, adjuntar una fotografía del carné de identidad, utilizar el reconocimiento facial mediante una aplicación de inteligencia artificial.
Nuestro país vecino, Francia, está buscando una solución que por un lado acredite esa mayoría de edad, pero que también proteja los datos privados de los internautas. Parece que los franceses han conseguido este objetivo mediante un intermediario digital.
Carlos Herranz informaba del tema desde París para Informativos Telecinco. Explicaba que el intermediario digital es en la práctica un programa de enlace entre el servicio de identificación que depende de la seguridad social y la web a la que se desea aplicar el filtro. Esto permitiría en la práctica que el usuario tuviera un certificado de mayoría de edad, pero manteniendo las garantías de anonimato.
Francia explora esta vía después de meses de debate en comisión parlamentaria tras descartar otros métodos como el reconocimiento facial o el escaneado de documentos. A la hora de la verdad, estos métodos son bastante complicados de implementar. En el corto plazo se ha optado por un periodo de transición de seis meses vía tarjeta bancaria.
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