Tras el descanso de la Navidad, los estudiantes universitarios comienzan su época de exámenes. Por necesidad, comodidad o preferencia, muchos de ellos deciden estudiar en las silenciosas bibliotecas, donde se concentran mejor y tienen acceso a toda la información pertinente sobre sus materias de estudio. Sin embargo, al ser las pruebas de conocimiento al mismo tiempo en todos los campus, a veces es difícil encontrar un asiento libre donde ponerse a estudiar.
Para que los estudiantes no pierdan el tiempo yendo de una biblioteca a otra, La Universidad de Sevilla, con la colaboración de la compañía Quodus, ha puesto a disposición de sus alumnos una aplicación que monitoriza las salas de estudio y avisa de las sillas disponibles que contienen. De esta manera, los alumnos rentabilizan mejor sus horas de estudio.
Quodus es una plataforma que analiza los patrones de uso de los espacios educativos, calculando los índices de aprovechamiento y facilitando la toma de decisiones en operación y planificación, basadas en datos reales. Su nueva tecnología se ha implementado en todas las salas de estudio 24 horas, las bibliotecas y las aulas de cuatro facultades o escuelas. Los datos de las salas se ofrecen en abierto a través de una web y una app para que pueda ser consultados fácilmente por las personas usuarias a través de sus teléfonos móviles.
Con un sensor instalado por aula y algoritmos de inteligencia artificial, la aplicación detecta la presencia, cantidad y distribución de las personas en los espacios. Así, ofrece un porcentaje de ocupación sin necesidad de la identificación de personas, por lo que no conlleva ningún conflicto normativo de protección de datos. Además, mediante un panel instalado en el espacio, el alumnado puede visualizar en tiempo real la ocupación y el tiempo que lleva reservado cada puesto, lo que incentiva un uso más eficiente del mismo.