Un grupo de tecnólogos israelíes no afiliados a ninguna organización oficial está trabajando para localizar a las personas que fueron secuestradas por Hamás a principios de octubre. El grupo está formado por 1.500 tecnólogos que utilizan diversas tecnologías, como drones, satélites e inteligencia artificial, así como la infraestructura creada para coordinar las protestas que se han producido en el país durante 40 semanas.
El grupo opera desde una sala de guerra improvisada en el Centro de Exposiciones de Tel Aviv, donde se dividen en equipos que realizan diferentes funciones, como la recopilación de datos, el análisis de imágenes y la coordinación con las autoridades. La iniciativa está dirigida por la profesora Karine Nahon de la Universidad Reichman de Herzliya, que usa algoritmos y análisis geoespacial para seguir los movimientos de los secuestradores y sus rehenes. El grupo también ha participado en misiones de rescate y ha usado drones con cámaras y sensores para obtener imágenes que puedan ayudar a la búsqueda.
Nahon y su equipo dicen que comparten la información que obtienen con el Ejército y la Policía, y que tienen conocimientos que el Gobierno no tiene. Los voluntarios también se comunican con los familiares y amigos de los secuestrados para obtener pistas. No hay comentarios oficiales del gobierno israelí sobre esta iniciativa ciudadana, pero se cree que algunas agencias gubernamentales están colaborando con el grupo de voluntarios, compartiendo información y recursos en algunos casos.
Esta iniciativa también ha generado críticas. Algunos se preguntan si el grupo actúa legalmente y eficazmente, y si hay riesgos para la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos. El Gobierno ha ordenado a las agencias de inteligencia que monitoreen las actividades del grupo y que intervengan si detectan alguna amenaza o violación de la ley, según informa el Diario de Córdoba.