A raíz de las denuncias sobre las imágenes de las niñas desnudas creadas con inteligencia artificial en Almendralejo (Badajoz), la Fiscalía alerta de un incremento "absolutamente exagerado" de la difusión de pornografía infantil en la red, gracias al uso de esta tecnología. "Cada vez hay más pornografía infantil virtual".
La fiscal de Sala de la Unidad de Criminalidad Informática, Elvira Tejada, sin entrar en el caso concreto de las imágenes manipuladas de las menores, ha explicado a EFE el preocupante crecimiento del "tráfico de pornografía infantil en la red".
"Cada vez hay un consumo pornográfico mayor, real o virtual", ha alertado Tejada, que pone el foco en las facilidades que ofrece internet para captar a menores y coaccionarles con el objetivo de conseguir contenido sexual que "luego se pone en circulación", en ocasiones, con finalidades lucrativas. "Se ha convertido en un negocio, en una forma de ganar dinero", apunta.
El ministerio público ya constató los "efectos perversos del desarrollo tecnológico" en las agresiones a menores y en la "elaboración y difusión de material pornográfico infantil" que reflejó en su memoria relativa al año 2022: se abrieron 832 procedimientos por pornografía infantil a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
La fiscal de Sala explica en una conversación telefónica con EFE que el Código Penal castiga la elaboración, difusión o incluso posesión de material pornográfico infantil "real, técnico o virtual".
Es decir, también está penada la "pornografía virtual", aunque la normativa obliga a que sean "imágenes realistas", a que "parezcan reales".
"No todo material que refleja una imagen de una persona desnuda es pornografía", deja claro la fiscal Tejada, que explica que, además del realismo de las imágenes, "tiene que haber una clara tendencia lasciva" en su producción y difusión.
Por ejemplo, un dibujo hecho a lápiz no entraría en ese delito, indica Tejada, que añade que una directiva de la Unión Europea de 2011, que ya recogía el concepto de pornografía virtual, dejó a criterio de los Estados sancionar los actos de producción de materiales pornográficos artificiales para el propio consumo, si no se difunden ni se toma "como base a ningún niño".
Es la única excepción, pues a "efectos penales" la pornografía virtual funcionaría igual que la real, aclara la fiscal, que subraya que lo que busca salvaguardar este delito es "la protección de la infancia".
La Fiscalía ha detectado cierto "cambio de tendencia" en la difusión de pornografía infantil: se trata en ocasiones de "un negocio lucrativo" en el que "hay gente que fabrica pornografía", y en ese contexto, el uso de la inteligencia artificial, aunque todavía puntual, "lo que hace es provocar que el movimiento de oferta y demanda sea cada vez mayor y se genere un riesgo mayor para los niños".
Con preocupación, Tejada admite a EFE su "temor" de que la inteligencia artificial "pueda servir para incrementar todavía más todo ese negocio y mercado ilícito" en un momento en el que el "tráfico de pornografía infantil en la red está creciendo de una forma absolutamente exagerada".
Y augura que "cada vez vamos a tener más supuestos de pornografía virtual", con la duda de si, como hasta ahora, serán siempre imágenes totalmente artificiales, o se incorporará un cuerpo ficticio a imágenes reales, abriendo la puerta a otros posibles delitos como el delito contra la integridad moral.
Ante este problema tan "serio", Tejada pide "prudencia" y destaca la necesidad de vigilar el uso que los menores dan a sus dispositivos tecnológicos, tanto en casa como en el colegio.