La Inteligencia Artificial (IA) presenta muchos beneficios, pero también grandes riesgos. El hecho de manipular o trucar desnudos, el fenómeno de la suplantación de cuerpos 'en cueros' con rostros famosos hace tiempo que llegó a España. Ya ha habido algunos casos. Y es que está claro que sería imprescindible regular el uso de la IA, pero es un reto sumamente complicado. Ahora mismo parece incontrolable y asusta solo pensarlo.
Desnudos falsos de Laura Escanes o Rosalía, un documental con la voz robada a Stephen Fry, el inglés de Leo Messi o los 'deepfakes' amenazan a las personalidades más destacadas, y a cualquiera, como advierte una campaña dedicada a los padres: se puede crear un yo adulto a través de una foto o video, suplantar la identidad o clonar la voz para un chantaje.
"En un minuto hemos podido colocar un elefante caminando por la ciudad de Barcelona", explica Robert Clarisó, experto en IA de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Las posibilidades son infinitas. El único límite "es la imaginación".
Las herramientas hay muchas que tienen "una versión gratuita", ya están en manos de todos y "no hace falta ningún tipo de conocimiento informático". Un nuevo mundo: "Cada semana se añade más potencia, más realismo, más velocidad", precisa Germán Sánchez, de AIS, aplicaciones de IA.
La IA todavía está por delimitar. "Vacíos legales, todos. La normativa que hay en temas de IA es muy limitada", subraya María López Belloso, profesora e investigadora de la Universidad de Deusto. El presente ya es una mezcla de realidad y ficción.