Campaña electoral intensa antes de los comicios generales del 23 de julio en España, en la que los partidos exprimen al máximo sus posibilidades para tratar de convencer a los electores en estas dos semanas. Y entre las nuevas herramientas que manejan está la omnipresente Inteligencia Artificial (IA). Escribir discursos o segmentar el perfil de los votantes para hacerles llevar los mensajes apropiados son solo algunas de las ventajas para los políticos.
Los ejemplos están ya por todas partes: un anuncio ciberfacturado, una foto "imposible" que llegó a portada, cosas que se dicen desde muchas tribunas... El mensaje está cada vez más en manos de la máquina. "Se trata de rascar votos con medios legítimos sabiendo a quien apuntar exactamente y esto, al parecer, se afina cada vez más y les ahorra muchos recursos a los partidos", explica Lorenzo Cotino, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia.
En política y en tiempos de campaña el juguete de moda ofrece una potencia de fuego inimaginable. Le preguntamos sobre sus capacidades a la propia inteligencia artificial. Nos revela, sin modestia, que para eso es una máquina, lo mucho que puede. Puede procesar datos, segmentar votantes, analizar patrones y tendencias, escribir discursos, entre otras muchas cosas. Todo en cantidades ingentes y a velocidad sideral.
"Se pueden dirigir a una población exacta, concreta, con una determinada edad, con unos determinados gustos, etcétera. Por lo tanto, no está matando moscas a cañonazos", comenta gráficamente Rayko Lorenzo, experto en Comunicación Digital y Redes Sociales.
Para hacernos aún más idea, la voz clonada de los candidatos abre la opción a campañas masiva de marketing telefónico hasta ahora imposibles: posibilita que nos hablen mientras ellos siguen a lo suyo. A sus mítines.
Eso sí, el potencial de la herramienta lleva, como siempre, a pensar en el riesgo. "Se está utilizando para separar a la población, para polarizarla y, como el dardo, saben qué teclas para sacar lo más visceral", advierte Cotino.
Es lo que nos espera en esta campaña de última generación. Los expertos aconsejan: ojo y cabeza. La inteligencia artificial sabe mucho, pero no todo. Le preguntamos, de hecho, quién ganará el 23-J. Admite que ni idea. “No tengo la capacidad de predecir eventos futuros”, responde.