La tecnología continúa avanzando a pasos agigantados y, especialmente en los últimos meses, si algo está en boca de todos en lo que se refiere a los avances tecnológicos es la IA, la inteligencia artificial. Su alcance parece llegar a casi todos los sectores, y entre ellos tampoco se escapa el mundo de la música. No obstante, en esa 'competición' por invadir lo tradicional a base de tecnología, tampoco está sola: algunos vienen explorando ya con todo tipo de instrumentos heterodoxos y, si hay quien consigue crear música escaneando tatuajes o los códigos QR, también hay quien desde hace tiempo lo hace incluso con códigos de barras.
Este último caso es por ejemplo el de los llamados ‘Electrónicos Fantásticos’, los ‘Barcoders Jamming’ que, desde Japón, llevan ya un tiempo popularizando su forma de generar sonidos y crear melodías. Para ello, apenas se sirven de lectores de códigos de barra modificados para generar sonidos al conectar las señales escaneadas a un terminal de audio que los emite.
Grosso modo, los sensores del escáner interpretan la luz reflejada de las líneas del código de barras y lo convierten en un fragmento que, posteriormente, un sistema computacional puede entender para luego emitir un pitido y confirmar un escaneo exitoso. En este caso, la mecánica no es muy diferente, solo que la modificación de los lectores y la distribución de esos códigos permite que puedan jugar con el tono, la velocidad y el ritmo según cómo hagan la lectura: escaneando a mayor distancia, más cerca, con más lentitud, con menor lentitud; toda variación implica su cambio en la melodía electrónica que generan.
Esta técnica fue especialmente popularizada años atrás por Ei Wada, un artista japonés conocido también como Crab Feet que logró hacer virales estos vídeos, llamando la atención de muchos.
Su pasión por experimentar y crear música, no obstante, no se queda en los códigos de barras, dado que tradicionalmente se ha afanado en convertir viejos aparatos electrónicos en insólitos instrumentos musicales: desde grabadoras de cinta de carete a carrete, televisores CRT, de tubo de rayos catódicos, que sonaban a modo de ukelele; a ventiladores que sonaban al estilo de un bajo, como recogía Mashable en un artículo haciéndose eco de sus virtudes.
Sea como sea, la tecnología no deja de sorprender, y en el caso específico de la imparable IA, quizás demasiado…