Una redada policial en Brasil ha salvado de un grupo de contrabandistas un fósil que destapa la existencia hace 100 millones de años de un extraño reptil volador. Los restos del pterosaurio estaban a punto de ser enviados fuera del país y se encontraba increíblemente bien conservado, por lo que paleontólogos han podido echarle un buen vistazo tras ser confiscado.
La especie encontrada ha sido nombrada Tupandactylus navigans, y vivió en el Cretácico Temprano. Los delincuentes poseían su esqueleto casi completo, con cráneo y post-cráneo, con una asombrosa conservación de tejidos blandos, ”lo que lo convierte en el tapejarido más completo conocido hasta el momento”, publica el estudio de Victor Beccari, de la Universidad de São Paulo, que detalla las características de este espécimen.
“Los pterosaurios son relativamente raros en el registro fósil porque tienen huesos huecos frágiles y de paredes delgadas que les permiten permanecer livianos para volar; anteriormente solo se habían recuperado fragmentos de cabezas de tapejaridos”, según ‘Science Alert’.
El fósil fue hallado bajo un la Formación Crato, un yacimiento donde se han encontrado restos antiguos anteriormente.
T. navigans también tenía una extraña cresta que tintineaba hacia abajo desde su mandíbula inferior. "Este pterosaurio tenía más de 2,5 metros de envergadura y 1 metro de altura (el 40 por ciento de esto se explica por la cresta de la cabeza)", dice el autor en CNN. "Con una cresta de cabeza tan alta y un cuello relativamente largo, este animal puede haber estado restringido a vuelos de corta distancia".
Se cree que estos pterosaurios volaban para huir de sus depredadores por lo que hoy es el norte de Brasil, y que su aspecto difería bastante según el sexo.
El mundo del contrabando de fósiles entre coleccionistas privados es un problema a escala mundial que hace desaparecer esqueletos, a la sombra de la historia, sin que los paleontólogos puedan analizarlo debidamente.