"Un hallazgo de clase mundial", así han calificado algunos científicos el nuevo hallazgo de más de 200 huevos fosilizados de pterosaurio bien conservados en China, algunos de los cuales todavía contienen restos de embriones.
Los huevos hallados pertenecen a la familia de los 'Hamipterus tianshanensis', un género dentro de los pterosaurios, que contaban con una cresta sobre un cráneo alargado, dientes puntiagudos y una envergadura de más de 3,5 metros en su etapa adulta.
Junto con la gran cantidad de huevos, se han encontrado además fósiles de ejemplares adultos, lo que ha convertido a este especie, que vivieron en el periodo Cretácico hace más de 120 millones de años, en la especie más comprendida de todos los pterosauios.
Gracias a este descubrimiento, se ha podido constatar que las crías de estos dinosaurios voladores, que se alimentaban de peces, nacían sin poder volar y que necesitaban de cierta atención parental en sus inicios.
“Algunas aves podían volar el mismo día en que salían del huevo, mientras que otras necesitaban un largo período de cuidado parental. Nuestra conclusión es que un bebé Hamipterus podía caminar, pero no podía volar”, asegura el paleontólogo Shunxing Jiang.
Tal y como explican los investigadores que desenterraron esta enorme cantidad de huevos, los Hamipterus tianshanensis fueron los primeros vertebrados voladores de la Tierra.
Los huevos encontrados cuentan con hasta 7,2 cm de largo y se creen que era flexibles con una capa externa final y dura marcada por grietas y fisuras. Además, estos huevos estaban cubiertos por una capa interna de membrana gruesa, muy parecida a los huevos de algunas serpientes y lagartos modernos.
Los investigadores creen que en la zona puede llegar a haber hasta 300 huevos, algunos enterrados bajo los fósiles expuestos.
También sospechan que tanto los huevos como los restos de jóvenes y adultos fueron arrastrados desde algún punto de anidación durante una tormenta hacia el lago, espacio donde fueron preservados y posteriormente fosilizados.