Facebook ha adquirido al fabricante de una pulsera electrónica que dice que permitirá a los usuarios compartir fotos en su red social, hacer clic en un botón del ratón de su ordenador y realizar tareas informáticas con solo pensar en ello, según recoge 'Business Insider'.
Facebook explicó que planea adquirir CTRL-labs, una empresa que surgió hace cuatro años considerada pionera en el campo emergente de la "computación cerebral", por una suma no revelada. Un informe en Bloomberg dice que Mark Zuckerberg pagó entre 450 y 900 millones de euros por la empresa, citando fuentes anónimas.
"La visión de este trabajo es una pulsera que permite a las personas controlar sus dispositivos como una extensión natural del movimiento", escribe Andrew Bosworth, ejecutivo de Facebook, en una entrada del blog anunciando el acuerdo.
Este marca un importante paso al frente por parte de Facebook en su ambición de desarrollar tecnología de computación cerebral, casi tres años después de burlarse de sus esfuerzos en su conferencia anual de desarrolladores y luego guardar silencio. Mientras que la pulsera de CTRL-labs es sólo un prototipo y está a varios años de ser una realidad, la adquisición sugiere que Facebook no se ha dado por vencido en el concepto, incluso cuando su negocio principal de redes sociales se enfrenta a un escrutinio feroz por parte de los reguladores del gobierno y algunos consumidores.
Facebook es una de las varias organizaciones mejor financiadas que tratan de crear productos similares a la ciencia ficción utilizando una interfaz de "computación cerebral". En julio, Elon Musk señaló que Neuralink, una compañía de computación cerebral que él fundó, estará lista para los ensayos en humanos en 2020.
CTRL-labs, con sede en Nueva York, ha recaudado 60 millones de euros de patrocinadores, incluyendo la rama de inversiones de Google GV, el Fondo Alexa de Amazon y Lux Capital. La compañía describe su producto como una "plataforma de interfaz neuronal no invasiva".
La muñequera "decodificará" las señales enviadas desde las neuronas de la médula espinal de una persona que le dicen a los músculos del cuerpo cómo moverse. Esas señales se traducirán en señales digitales que un dispositivo electrónico puede entender, explica Bosworth.
La pulsera, afirma, "capta tu intención para que puedas compartir una foto con un amigo usando un movimiento imperceptible o simplemente, bueno, con la intención de hacerlo".